La producción de refrescos es una de las industrias donde el agua resulta fundamental. La producción de Coca Cola, en particular, es un proceso que en ocasiones despierta algunas dudas sobre cuántos litros de agua se necesitan para producir este famoso refresco.
¿Cuántos litros de agua se necesitan para hacer un litro de Coca Cola? Es una pregunta que ha destacado durante los últimos días entre los usuarios de Google México.
Según esta empresa refresquera, se necesitan 1.76 litros de agua para producir un litro de Coca Cola. De estos, un litro se destina a la bebida como ingrediente, y 0.76 lt se utilizan en operaciones necesarias en las plantas de producción, como la limpieza de los envases y otras maquinarias.
En su sitio web, Coca Cola informa que implementa una metodología propia denominada Water Risk Assessment.
Dicha herramienta permite realizar evaluaciones detalladas de la cantidad y calidad del agua disponible en el entorno de cada planta de fabricación. Además, examina la cantidad de lluvia que reciben los acuíferos y manantiales y evalúa los posibles riesgos derivados de fenómenos meteorológicos extremos o desastres naturales.
La empresa asegura que se ha establecido como meta reducir el consumo de agua en sus procesos de producción en un 20% para 2025, esto en comparación con los niveles de 2010. Hasta la fecha, Coca Cola ha logrado una reducción del 19.8%.
A la pregunta de cuántos litros de agua se necesitan para hacer un litro de Coca Cola, el estudio “En México no falta agua, sobra chatarra”, elaborado por la UNAM y publicado en 2021, tiene otra respuesta.
El estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México señala que las grandes corporaciones alimentarias y refresqueras como Coca-Cola, Pepsi, Nestlé y Bimbo consumen en conjunto unos 133 mil millones de litros de agua anualmente para la producción de alimentos y bebidas ultraprocesados.
“Una de las industrias que tiene mayor impacto ambiental es la refresquera. Al respecto, en un informe, Coca-Cola mencionó que se necesitan 34.5 litros de agua para producir tan solo medio litro del refresco. A esto hay que añadir que existe una falta de proporción entre el pago por derechos de explotación y las utilidades de la empresa: en el texto se señala que en 2018, Coca-Cola Femsa pagó únicamente 2 mil 600 pesos al año por cada una de sus concesiones”, señala la publicación de la UNAM.
El paper académico destaca que Coca-Cola opera en las 32 entidades de México, incluso en zonas de alto estrés hídrico como Toluca. “La refresquera se ha expandido a la península de Yucatán, y han ocasionado una sobreexplotación del acuífero. En Mérida, Coca-Cola tiene concesiones en 17 pozos de los cuales extraen 4 mil 400 millones de litros de agua. Además, esa entidad es el lugar donde más se consume refresco en el país, y 49% de la población tiene diabetes”.
Puedes leer este estudio del Laboratorio de Empresas Transnacionales de la UNAM en el siguiente enlace.
Si deseas conocer la versión de Coca Cola, da clic aquí.
La crisis hídrica, la sequía y el día cero del Cutzamala
En el Valle de México, la crisis hídrica es especialmente grave. El Sistema Cutzamala, que abastece de agua a la Ciudad de México y al Estado de México, se encuentra en una situación crítica.
En enero de 2024, los niveles de almacenamiento en las tres presas del Sistema Cutzamala se encontraban en un 41%, lo que representa un descenso significativo respecto a los niveles de años anteriores.
Si la sequía continúa, el Sistema Cutzamala podría llegar al “Día Cero”, un término que se utiliza para referirse al momento en que una ciudad se queda sin agua. Los especialistas alertan que esta fecha fatídica ocurrirá en agosto de 2024.
El Día Cero en el Sistema Cutzamala tendría un impacto devastador en la población del Valle de México. Se estima que millones de personas se quedarían sin agua potable, lo que podría provocar una crisis sanitaria y social.
Para evitar el Día Cero, las autoridades del Valle de México han implementado una serie de medidas, como la reducción del suministro de agua y la promoción del uso responsable del agua.
Sin embargo, estas medidas no son suficientes para resolver la crisis hídrica en el Valle de México. Es necesario implementar medidas a largo plazo, como la inversión en infraestructura hídrica y la promoción de la conservación del agua.