En un país con 129 millones de habitantes definitivamente debe haber una docena de boxeadores de primer nivel, montones de nadadores, ciclistas, beisbolistas, corredores de automovilismo, tenistas; ¿cuántos triunfos se ha perdido México?, ¿Cuántas veces podríamos haber escuchado nuestro himno nacional y ver la bandera mexicana en lo más alto como en el Gran Premio de Monaco tras el triunfo de Sergio Pérez?

México es un país que históricamente le ha dado la espalda a los deportistas. Aquí no puedes sobrevivir si te quieres dedicar al deporte y lo más que pueden hacer aquellos que desean sobresalir en una disciplina es combinar la practica con un empleo de medio tiempo mal pagado que les permita sufragar sus gastos, más aún si se trata de un deporte caro, precisamente como el automovilismo o bien que no sea popular en el país como el fútbol.

El gobierno de México a cargo de Andrés Manuel López Obrador redujo hasta 65 por ciento la beca para atletas mexicanos después de los Juegos Olímpicos de Tokio 2022, competición en la que el país ocupó el lugar 84 de 204 países al obtener solo cuatro medallas de bronce.

En Río de Janeiro la delegación mexicana obtuvo 5 preseas pero de ellas, tres fueron de plata y dos de bronce; mientras que en Londres 2021 fueron ocho medallas, una de ellas de oro.

Enrique Peña Nieto invirtió cerca de 6 mil 400 millones de pesos (345 millones de dólares) en deporte al inicio de su sexenio pero con los recortes de presupuesto esta cantidad pasó a menos de la mitad en 2014.

En 2016 el gasto se estancó en dos mil 800 millones de pesos, es decir, 150.6 millones de dólares, la mayor parte de esos recursos se destinan a programas de cultura física de las escuelas públicas, al mantenimiento de sedes deportivas, a la organización de eventos y a tareas administrativas. De esta manera, al final, lo atletas siguen sin recubir los recursos suficientes.

El 2022 la inversión permaneció estancada en cerca de dos mil 380 millones de pesos, así que la 4T igual que en muchas otras materias quedo mucho más corta respecto a sus aspiraciones.

Para identificar el hoyo en el que se encuentra la cultura deportiva en el país no hace falta ir muy lejos, seguramente en el deportivo público más cercano a su domicilio, estimado lector, encontrará instalaciones deficientes y hasta peligrosas, sin mantenimiento antiguas y remendadas, además, no existe un protocolo para detectar atletas con aptitudes, por el contrario, ha habido ejemplos muy dolorosos de deportistas que incluso han tenido que pedir dinero en el transporte público para sufragar sus gastos como en el caso del medallista olímpico Misael Rodríguez.

Otra evidencia de la falta de impulso a las actividades deportivas es la prevalencia de enfermedades como la diabetes que en 2019 en México tenía 12.8 millones de personas esta enfermedad y para 2045 la cifra se incrementará a 22.9 millones de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ante la indiferencia gubernamental algunas empresas y fundaciones han dado la cara, por ejemplo, Fundación Slim, el empresario Carlos Bremer, BBA Bancomer, Tecate y Cerveza Corona.

Mientras la estrategia no cambie tendremos acostumbrarnos a una celebración de vez en cuando, una medalla por aquí y una que otra por allá pero sin un verdadero impulso deportivo que permita realmente el impulso del deporte en el país.