El comercio electrónico es una tendencia que en el mercado mexicano ha crecido de manera importante durante los últimos años; la oportunidad de vender y comprar casi cualquier cosa en línea se ha convertido en el principal valor agregado de firmas como Mercado Libre. No obstante, también hablamos de un modelo de comercialización con muchos vacíos en donde la apertura se puede confundir y llevar a los usuarios a incurrir en actos fuera de la ley. Tal es casi de la venta de votos que han sido parte del proceso electoral que ahora vive México.

En principio, es importante mencionar que durante 2017, el e-commerce alcanzó los 329 mil millones de pesos, con un crecimiento de 28.3 por ciento según cifras de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO).

Para este año, se espera que esta forma de comercialización supere los 400 mil millones de pesos, con un crecimiento de entre 25 a 28 por ciento, según un informe de EnvíoClick.

Detrás de estos números, se esconde la posibilidad de comprar y vender casi cualquier cosa, con lo que los votos útiles para la elección que se llevará a cabo el próximo mes de junio también se han convertido en un producto comercializable.

Así lo refiere algunas ofertas publicadas en sitios como Mercado Libre, en donde diversos usuarios han puesto a la venta su voto por precios que van desde los 3 mil hasta los 10 mil pesos. Dichas propuestas, provienen de usuarios con residencia en estados como Jalisco, Michoacán, Guerrero, Baja California, Yucatán y Ciudad de México, quienes se comporten a enviar evidencia de que el proceso favorece a los intereses del comprador.

Dentro de algunas publicaciones de esta naturaleza, ya existen respuestas que se interesan por llevar a acabo dicha compra, aunque no queda claro si el proceso se concreto.

El social commerce también juega

Desde Verificando.mx indican que esta tendencia también se ha hecho evidente en algunas redes sociales, plataformas desde las cuales algunos votantes han puesto a la venta, de manera explicita, su voto a cambio de precios que van desde mil 500 hasta 6 mil pesos.

De hecho, existen algunos usuarios que buscan la manera de hacer un negocio mucho más amplio con la formación de cadenas de “venta de voto” en donde a cambio de incluir más personas que den su voto a cierto candidato, cobrarán un porcentaje de lo pagado por el interesado.

El hecho amerita sanciones tanto para quien vende el voto como para la propia oferta de venta. La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) de la Procuraduría General de la República (PGR) indicó que en caso de que exista un comprador del voto, la oferta en internet podría considerarse apología del delito electoral y ser sancionada de la misma manera que se castiga a quien vende el voto.

El castigo por este tipo de prácticas sería el pago de una multa de 50 a 100 días, y prisión de seis meses a tres años, si consideramos que, según la Ley General en Materia de Delitos Electores, esta es la sanción que reciben aquellos que “solicite votos por paga, promesa de dinero u otra recompensa para emitir su voto o abstenerse de emitirlo en la consulta popular”.

Lo anterior deja en claro que en tiempos en los que las plataformas digitales son parte vital de la vida de las personas, no basta con regular la publicidad política que en ellos se emplaza o las acciones proselitistas que ahí se ejecutan.

La ley electoral y sus autoridades deberán prestar más atención a fenómenos como la venta del voto a través de espacios de e-commerce, debido a que representa un problema para salvaguardar la democracia que, hasta ahora, no cuenta con una solución tangible y clara.