Si bien es cierto que la permanencia en un empleo depende de incentivos que van desde cuánto está aprendiendo el empleado, lo cierto es que el trabajador analizará detenidamente si la empresa está haciendo algo por su carrera.
Un análisis de Fortune apunta que para que un empleo sea “socialmente bien visto”, se requieren 8 meses, ya que a los 6 meses se entenderá como que el trabajador no aprobó la revisión semestral o el primer ciclo de desempeño, el cual está relacionado con el rendimiento, por ello, ocho meses es el ciclo aceptado.
Concretamente, después de los 9 meses el trabajador o ex empleado podrá argumentar que su salida se debió a una acción corporativa, como una fusión o cambio de dirección superior que afectó o modificó la naturaleza del trabajo.
De acuerdo con el análisis, a menos que el trabajo sea terrible, lo ideal es tener un historial por compañía mínimo de 15 meses, no obstante, dos años en adelante es lo ideal, ya que si bien un mes extra no genera ventajas laborales, lo cierto es que es mejor evitar movimientos que no traigan beneficios en tu currículum vitae.
A partir de los cuatro años, cualquier trabajador debería tener el “crédito completo” de que su desempeño fue de alto rendimiento, aunque si el empleado no logró crecimiento sustanciosos dentro de su compañía, tendrá todas las credenciales para buscar otro empleo.
En cuando a los empleados que puedan llegar a los seis años, es ideal que haya obtenido el reconocimiento necesario o promovido para mejores proyectos, ya que de no lograrlo, el profesional podría ser “poco ambicioso” y sus jefes lo percibirían así.
Entre las recomendaciones para los empleados que buscan nuevas ofertas laborales se precisa que éstos deben ser francos sobre lo que están buscando, o bien, argumentar por qué consideraron que su anterior trabajo fue terrible, pues lo idóneo es no mostrarse forzado a hacer algo que no querías por años.