Un nuevo producto en el mercado acaba de irrumpir con una fuerza y con condiciones que nadie esperaba. Hablamos de los NTF (Non-fungible tokens) mismos que han demostrado ser una especial oferta bien recibida por el consumidor. 

En principio es justo indicar que los NTF son activos de blockchain que se basan en canciones, imágenes o videos, a los que se les asignan direcciones de blockchain únicas, no intercambiables o replicables. Estas direcciones se pueden comprar, vender o intercambiar como lo haría con una tarjeta comercial.

El cambio de dirección 

Este tipo de “monedas de cambio” se hizo popular gracias a obras de arte o clips deportivos que consiguieron ser especialmente bien valoradas en diversas subastas realizadas a través de criptomonedas.

No obstante este escenario ha comenzado a cambiar. Las marcas han comenzado a ser parte de esta nueva y creciente cultura.

HAce unos meses, Gucci lanzó unas zapatillas virtuales, en forma de NFT, con un precio de 12 millones de dólares. Aquí Gucci aprovechó la emergencia de esta tecnología sin dejar de ostentar, en los hechos, el carácter de exclusividad que le da identidad a la marca. Aunque debemos recordar que, en su momento, también lanzó otros filtros de zapatillas virtuales por 12 dólares.

Al tren de los NFT también le siguieron empresas como Kellog’s, P&G o Pizza Hut, cuyos limitados NFT’s ahora se venden por cientos o miles de dólares (o criptomonedas) entre los coleccionistas de arte y objetos digitales. 

Como lo mencionan desde Statsita, “al igual que las criptomonedas, las NFT viven del valor percibido que tienen a los ojos del público. Dado que están separados de los derechos de autor, los NFT técnicamente pueden ser acuñados por cualquier persona. Pero se esperaría que aquellos que son lanzados (presumiblemente solo una vez) por el creador de la obra o un organismo oficial acumulen y retengan el mayor valor debido a su exclusividad, al igual que lo harían los coleccionables del mundo real. Con los memes, el valor percibido del NFT se deriva de la venta realizada por el representado, no por el creador”.

Memes convertidos eme NTF

Lo cierto es que la relevancia de los NTF no ha parado ahí. Ahora los memes que han circulado por años en la red se han convertido en NTF dejando tras de sí un negocio millonario.

De esta manera, los creadores de ciertos memes han decidido sacar aun más provecho de sus creaciones y al convertirlas en NTF y subastarlas han logrado generar interesantes ingresos.

Por ejemplo, Chris Torres, el creador del famoso meme Nyan Cat lanzó una serie de exitosas subastas de memes NFT para depures vender su meme por cerca de 300 unidades de la criptomoneda Ethereum, lo se traduce en poco más de 516 mil dólares.

Así mismo el meme “Overly Attached Girlfriend” en su subasta como NTF recaudó 460 mil dólares, mientras que “Bad Luck Brian” consiguió una cifra más “baja” 45 mil 500 dólares.

Lo anterior pone sobre la mesa una tendencia que no podrá ser perdida de vista y que en el mediano plazo podría mejorar las posibilidades de la critptomedas de ser utilizadas como la siguiente gran moneda en la economía.