El año pasado España batió récord de turistas internacionales, con una cifra de 81,8 millones de visitantes que se decidieron por este destino identificado como de playa y sol en Europa. Entre sus ventajas, hasta los atentados de Barcelona del pasado agosto, la percepción de seguridad ante otros destinos de la zona y que aun falta por ver como afectará las cifras finales de 2018, aunque las previsiones apuntan a que su efecto no se notará.
El 2017 ha sido el noveno año consecutivo en el que la cifra de turistas extranjeros aumenta, según los datos del INE. Y lo hace para alcanzar cifras muy considerables que significan mucho para la economía del país. De hecho, según los datos del informe ‘Tourism Trends and Policies 2018’, de la OCDE, el turismo aporta de forma directa o indirecta un 11,1 por ciento del PIB. Un porcentaje al que pocos países del grupo analizado, se acercan, como lo son Portugal (9,2 por ciento) y México (8,6 por ciento).
Ante el rol que juega el turismo en España y las perspectivas que muestra para un futuro cercano, el Gobierno ha incrementado en un 5,1 por ciento el presupuesto que destina al programa de coordinación y promoción, lo que quiere decir que se invertirán durante 2018, 336 millones de euros a tal fin.
Dentro de este monto, 88 millones serán destinados a Turespaña, organismo que también ve incrementada su dotación en un 8,3 por ciento y cuyo objetivo será la organización de la promoción turística a través de “una serie de acciones para fortalecer” la Marca España, según se recoge en su Plan Estratégico de Marketing para 2018-2020.
Medidas que se suman a las acciones de las empresas privadas que también se dedican al turismo directa o indirectamente y que ha sido uno de los sectores que más rápidamente ha logrado remontar tras las crisis económica de 2008 además de contar ahora con excelentes previsiones de crecimiento para las próximas temporadas.