Santiago, Chile.-  Basta tenerlo y quererlo. El teléfono inteligente nos abre las puertas a la inmediatez en comunicación, a todo nivel. En términos personales, nos acerca en forma gratuita (con apps como WhatsApp o Viber, entre otras)  a quienes se encuentran al otro lado del mundo. Si hablamos de marketing, las posibilidades también son inmensas.

Así las cosas, los teléfonos inteligentes forman parte de nuestro cargamento diario. Podemos abandonar el cepillo de dientes, pero dejar nuestro Smartphone olvidado a ratos se convierte en tragedia. Conectarse, navegar en Internet por entretención, recibir promociones, acceder a lugares remotos y dejar de usar reloj para siempre, son algunas de las ventajas que hacen que nos apeguemos cada día más a ellos. Pero ¿qué tan sana se vuelve nuestra relación con el resto del mundo, si nuestro afán de conexión pasa por el aparatito?

De acuerdo a una información publicada hoy por el departamento de  Canal 13, la conectividad se ha vuelto una adicción y muchos de los usuarios no pasan más de seis minutos sin mirar sus teléfonos, ya sea buscando novedades, mensajes o simplemente navegando mientras esperan.

Según la misma fuente, la empresa Oracle Eloqua, realizó una investigación en la que da cuenta de que el promedio de veces que miramos nuestro Smartphone al día es de 150. Parece mucho ¿verdad?

El estudio señala que los usuarios responden mensajes, llaman y ven la hora- en ese orden- como actividades primordiales. Asimismo deja planteada la inquietud sobre qué tanto podrían afectarse las relaciones interpersonales “reales” por este medio.

La revista Psychology Today en su versión online señala que “El Smartphone se está volviendo rápidamente una extensión del cerebro humano” y asegura que investigaciones recientes advierten que el traspaso de parte de nuestras funciones cerebrales a estos dispositivos móviles podría provocar que nuestro cerebro perdiera capacidad de retención. Entonces, inmediatamente surge la pregunta ¿cuándo fue la última vez que memorizamos un número telefónico, una cita o un simple dato?

El tema es sólo una voz de alerta. No se trata de volver a la era pre-computadores, pero sí parece importante tomar conciencia de qué vamos dejando de lado con las nuevas tecnologías. Sólo así podremos potenciarlas y potenciarnos. Y tú ¿qué opinas?