Los métodos de distribución, de renta y el comercio de contenidos digitales en general es una tendencia que continuará en aumento. Y a pesar de que la venta o renta de múltiples contenidos y software vía streaming es un modelo de negocios que suma popularidad, otros factores se han sumado a la ecuación para que los consumidores sigan necesitando disco o tarjetas de memoria con cada vez más capacidad.
Los usuarios ahora tienen un mayor acceso a cámaras digitales, las cuales permiten obtener fotografías y video de gran calidad, por lo que los archivos generado por tomar una captura con un smartphone o una cámara profesional, suelen alcanzar varios MB de tamaño, y en el caso del video, fácilmente se puede rebasar el GB de memoria con tan sólo unos minutos de grabación.
Por otra parte, a pesar de que contenidos como música o películas ahora se consumen en gran medida a través de streaming, las computadoras y dispositivos móviles continúan requiriendo de sistemas de almacenamiento local, una prueba de ello, es el nulo impacto que representó el lanzamiento de las computadoras Chromebook sin disco duro, las cuales requerían de una conexión a internet para realizar la mayor parte de sus funciones, y prácticamente toda la información generada por el usuario se almacenaba en la nube.
De las Chromebook se han cuidado las cifras de ventas y generalmente se expresan únicamente por medio de cuotas de mercado, donde hasta 2014, el sector de educación representaba el negocio más importante para Google, ocupando hasta el 70 por ciento del total de sus ventas en territorios como Europa, y el 60 por ciento en América, de acuerdo con Gartner.
Dispositivos como smartphones ahora están siendo fabricados en capacidades de hasta 128 GB, debido a que la grabación de video en 4K, los juegos y otros contenidos ocupan cada vez más memoria.
Western Digital ha presentado el primer disco duro de 10 TB, por lo que el futuro del almacenamiento local está alcanzando nuevos horizontes.
Respecto al almacenamiento en la nube, presenta distintos problemas para los usuarios, por ejemplo: falta de control sobre los derechos de los archivos que se almacenan en servicios como Google Drive o OneDrive; costo de renta mensual para obtener almacenamiento suficiente, e incluso riesgo de perder los archivos por motivos extraordinarios, como el cierre de MegaUpload por parte del FBI.