Buenos Aires, Argentina.- Nadie lo planeó. Ningún profesional del marketing se habría atrevido a mencionar la idea. Sin embargo, el hasta ahora casi desconocido santuario de Borja (en España) rebalsa de visitantes. Todo gracias a la mujer de 81 años, que en su intento de restaurar una pintura del siglo XIX, la arruinó por completo. Hasta en Buenos Aires se vende merchandising con la imagen.
“Miles de ciudadanos han participado en la romería al santuario español de Nuestra Señora de la Misericordia en Borja y decenas de ellos han tenido que guardar fila en su iglesia para fotografiarse con la pintura del Ecce homo ‘restaurado’, que ha dado ya la vuelta al mundo”, afirmó ayer el periódico El Mileno en la crónica de un auge inesperado del santuario. Más de la crónica, aquí.
El impacto que causó la noticia generó la presencia de numerosos medios de comunicación, extranjeros y curiosos que quieren ver a la que ya se conoce como “la peor restauración de la historia”.
Hasta en Buenos Aires, ya se vende merchandising con la imagen de la “restauración” y una frase que alude a Cecilia Giménez, tal el nombre de la mujer que dejó irreconocible la pintura. “Los vecinos de Borja han manifestado su más absoluto apoyo a Cecilia, hablan de su buen fe en la intervención en la pintura y de que tuvo la mejor intención del mundo”, relatan los medios locales.
Y hay más: además de que 25 mil personas firmaron una petición online para que lo dejen así y decenas de medios contaron su historia, ahora, una panadería de Madrid lanzó un crepe con forma de Ecce Homo.
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Se burlan de la “restauración”
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