Con 22 nominaciones, Saturday Night Live fue uno de los grandes ganadores esta noche en los Premios Emmy, con lo que NBC se ubicó como una de las cadenas de entretenimiento y producción de contenido más reconocidas en esta edición.
Con galardones como Mejor actriz de reparto en serie cómica para Kate McKinnon, Mejor actor de reparto en serie cómica para Alec Baldwin y el reconocimiento como Mejor serie de sketches del año, este programa demostró que los programas de entretenimiento y comedia nocturnos fueron los grandes ganadores con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
Las peculiaridades de la nueva administración de la Unión Americana, su discurso incendiario y el alto nivel mediático del líder de aquella nación se han convertido en material de gran valor para elevar los ratings de las cadenas en estos horarios a nivel.
Gracias a las parodias llenas de críticas al gobierno estadounidense, Saturday Night Live vive su mejor momento de audiencia en los últimos 22 años. Tan sólo en febrero de este año, un episodio que parodiaba la aparente cercana relación entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, logró un récord de audiencia que no era visto desde 2011. La transmisión alcanzó un total de 10.8 millones de televidentes en directo.
A tan sólo un día de subir el video-parodia a Youtube, el extracto del programa de SNL generó más de 5 millones de visitas, así como miles de reacciones en Twitter con el hashtag #SNLTrump.
Este es uno de los casos más representativos de la evolución que la industria televisiva relacionada con el humor vive en Estados Unidos, misma que ha logrado acaparar la atención y ponerse al centro de los intereses de las audiencias gracias a la capitalización de un discurso informativo aderezado con críticas que, entregadas a través del humor, hacen referencia al carácter y las decisiones del republicano en la Casa Blanca.
La línea que están asumiendo los grandes del entretenimiento no ha sido indiferente para Trump, quien no pierde oportunidad para criticar este tipo de trabajo.
.@NBCNews is bad but Saturday Night Live is the worst of NBC. Not funny, cast is terrible, always a complete hit job. Really bad television!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 15 de enero de 2017
A principios de este año, el líder político, calificó de un “trabajo mal hecho” y “una televisión horrible” a esta emisión.
De la misma manera que sucedió en otras galas del entretenimiento, como la última edición de los Oscar, la ceremonia de premiación de los Emmy tuvo una fuerte carga política. De hecho ex vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer apareció durante la ceremonia detrás de su clásico atril en para dar un monologo en el que las críticas al presidente norteamericano fueron tema central.