Pues si el santo bonachón no se ha dormido en sus laureles con toda seguridad ya estudia los proyectos de Amazon para que le baje un poco la carga de trabajo durante estas fechas y es que la empresa en la actualidad experimenta con el uso de aviones robot para el envío de mercancías por aire.
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No, no es una fumada del equipo de investigación de la empresa de Jeff Bezos, es un programa real llamado Amazon Prime Air, el cual se estima opere dentro de unos cuatro a cinco años en el futuro.
Sin embargo, para tener un poco de contexto, vale la pena recordar que los drones ya han sido utilizados dentro de la industria militar (con polémicos resultados, por supuesto) y también como parte de las actividades relacionadas a los levantamientos topográficos y geológicos, específicamente para la planeación de obras de infraestructura urbana y el estudio de zonas geográficas y naturales.
Justo es el caso del Trimble UX5, que combina un sistema fácil de usar, robusto y cuyo software de procesamiento y análisis ayuda en la anticipación de desastres, la inspección de la infraestructura, la agricultura de precisión, la planificación de proyectos de construcción, así como en la observación del tránsito de vehículos y de personas.
Trimble UX5 product video from Trimble UAS on Vimeo.
Otro dispositivo similar es el Gimball, diseñado para realizar reconocimientos y mapeos en zonas de difícil acceso.
Creado por Adrien Briod, del laboratorio de sistemas inteligentes de la firma EPFL, la Gimball es un pequeño robot ultraligero con forma de esfera que en su operación se asemeja a una mosca, ya que va entre los objetos, puede chocar contra ellos y aún así continuar con su vuelo. El objetivo de los investigadores de EPFL era desarrollar una máquina capaz de funcionar en ambientes extremadamente caóticos sin la necesidad de sensores frágiles.
No obstante, en la actualidad también se estudia la utilización de los aviones robot para llevar ayuda lo más rápido posible a zonas inaccesibles, como lo ideado por Andreas Raptopoulus y su concepto llamado Matternet.
El proyecto de Raptopoulus pretende resolver problemas como por ejemplo que en una comunidad apartada de Mali, un médico solicite un medicamento urgente para un bebé recién nacido, el cual, por las condiciones de los caminos tardaría varios días en llegar. Sin embargo, gracias a los drones de Matternet, el insumo podría llegar en pocas horas.
Matternet utiliza enjambres de vehículos eléctricos aéreos no tripulados para la entrega de envíos urgentes a lugares en donde no existen caminos útiles. Es la combinación de un vuelo de brigadas y carrera de relevos.
Y como se puede apreciar, esta tecnología tiene un enorme potencial en la distribución de productos envasados, ya que cuenta con algunos beneficios visibles en primera instancia como, uno, derivado del retiro de unidades terrestres, se ahorra en combustible, nómina y otros conceptos; dos, se sistematiza y optimiza en tiempo el servicio de paquetería; tres, se evoluciona de las rutas clásicas, al uso de redes y enjambres, como plantea el proyecto de Matternet, y cuatro, tendrá cierto impacto emocional en el cliente que podrá observar la llegada de los cuadricópteros o drones a las puertas del hogar.
Aunque, pese a lo emocionante y futurista que suena todo esto, existe aún retos por resolver, que más allá de lo meramente técnológico, existen cosas de carácter logístico por resolver como, uno, la dependencia del sistema en que el usuario se encuentre en casa y disponible a la hora de la llegada del robot; dos, que existirán limitaciones de volumen y peso; y por último, que se deberá contar con una suma de seguros y garantías, porque nunca faltan los vándalos que por diversión, protesta, enojo, psicopatía o simple delincuencia, se la pasen a la cacería de los drones, cosa que también estropearía los planes de Santa Clós.