Voy a contarles algo muy lógico a continuación. La necesidad es un motor clave en los seres humanos. Para cada humano existe una necesidad para ser cumplida.
Muchas veces, en el día a día perdemos por la miopía nuestro sentido primitivo, normal y lógico del por qué existe la mercadotecnia y nuestros oficios que la acompañan. Hasta cierto punto, es normal y predecible perder el rumbo de la identidad. Lo que no se permite es dejar de preguntarse si a donde vamos es donde queremos ir. Perder la ruta es dejar de hacerse preguntas y sentirse ganador y mejor que cualquier cliente. Los clientes son el mundo principal de cualquier oficio en la mercadotecnia. Si te dejas de preguntar y te sientes cada día más confiado, es muy probable que estés perdiendo el sentido de tu oficio y de tu misma vida. La que ocupas y lo que te da sentido de pertenencia. Pertenecer es preguntarse el sentido del rumbo.
¿En qué momento perdimos el significado de las necesidades de los clientes?
1. Cuando nos rebasaron los intereses personales, más allá del sentido primario de cumplir lo que los clientes necesitan.
2. Cuando nos creímos mejores que los otros, irrepetibles, insignificantes, inmejorables e inestables. La demasiada confianza aleja a los clientes leales y nos quita monitoreo real de los errores que nos inspiran a promover valores y productos atractivos para los clientes y su compra.
3. El significado real de la necesidad se ha empañado por mucha información y poca filtración de los mensajes claves reales y el contenido valioso que nos enviamos unos a otros. El sentido se ha distorsionado por tanto ruido en nuestra creciente vida digital. Cada día, cada segundo. Queremos más velocidad y demandamos más datos pero cada día entendemos menos la necesidad real del que está enfrente y respirando frente a nosotros.
4. La necesidad real es la satisfacción plena del otro en el que nos enfocamos. Cualquiera que esta sea.
5. Las necesidades cumplidas son la moneda corriente entre las diversas tácticas de la mercadotecnia. Más necesidades satisfechas son igual a una mejor facturación real e integral.
6. las necesidades también son experiencias plenas cumplidas.
¿Qué esperan y quieren los clientes hoy?
1. Sentirse escuchados. Que son una marca única.
2. Vivir y hacer vivir experiencias. Quieren experimentar en un sentido real y orgánico. Volver al origen y empezar desde cero. Iniciar y reiniciar una y otra vez.
3. No quieren sentirse perdidos. Que no importan. Entre tantos disparos masivos de información y desinformación, piden a gritos que los ayuden a filtrar entre lo que necesitan y no necesitan. Están perdidos entre las experiencias que deben vivir y las que no son indispensables para su sentido de vida. Quieren saber distinguir entre todo, el contenido real, útil y de valor.
4. Encontrarse y poner un nombre real en sus vidas. La identidad hoy en día es mejor valorada entre todos nosotros. Las marcas y los humanos con autenticidad son más valiosos, se perciben más reales y con fortaleza propia.
5. Saben que la vida digital no es la vida real. Los clientes no son tontos, engañan y viven con sentido su lado B, sus sombras y luminosidades. No pretenden engañar a nadie, sólo vivir situaciones y experiencias competas y plenas. Muchos dicen que la vida digital es como un ensayo de la vida real.
6. Quieren cumplir sus sueños, sus metas, sus objetivos reales y trascendentales. Quieren vivir cada día más y conservarse siempre jóvenes y bellos.
7. En la posmodernidad, el secreto para sintonizar a los clientes es dirigirlos a la juventud y la belleza eterna.