El “compadrismo” es muy común en Latinoamérica y los buenos empleos no siempre están ocupados por las personas mejor capacitadas o idóneas para realizarlo, pero ¿qué se puede hacer como “Godínez” y continuar como empleado? ¿Basta con hacer bien el trabajo?
Hace días compartí en mis redes una imagen con esta frase: “No existe salario que compense un mal clima laboral”, no ha sido mi publicación con mayor alcance, fue muy comentada y compartida, pero no creí que tuviera la interacción que logró. Lo más interesante fueron las historias que llegaron y ver cómo las personas sufren por sus jefes (no por el empleo), es lo que me inspiró a crear esta columna.
En una ocasión escribí una columna donde mencioné que no es fácil ser líder, pero estar abajo en la jerarquía es mucho peor; no es la gran noticia, aunque es un tema que a menudo es ocasionado por falta de compatibilidad, celos, diferencias de pensamiento o experiencia, sin embargo, esto no debe de afectar el desarrollo del trabajo ni del personal.
Ya lo dice Carlos Luer: “Tu jefe te puede ayudar a desarrollar al máximo tu potencial o hundirte en el estancamiento de frustración”, si es tu caso la segunda opción te comparto estos consejos.
Cómo lidiar con tu jefe y no morir en el intento
- Debes de contenerte y no actuar por impulso, deja que se te pase lo amargo de la situación y analiza la situación. ¿Tiene o tienes razón?
- Habla con tu jefe, debes decir lo que sientes pero no dejes que la emoción te domine (difícil, lo sé); en la mayoría de los casos se resuelve así. Hazlo en un ambiente neutral. Invítale unos tragos y habla de frente, la idea es que se digan todo y al final queden en buen término.
- Posición. Muchas veces el problema viene de arriba y permea para abajo. Ayúdalo y conoce sus problemas y metas. Al igual si también eres jefe ve si la relación que llevas con tu jefe afecta la relación con tus subordinados.
Si estos consejos no funcionan te recomiendo que hables con alguien con un puesto más arriba que él, expliques tu caso para que después platiquen los 3 y se limen esas diferencias; pero si continúa la situación determina qué vale más entre tu sueldo y la salud emocional. Recuerda siempre #BeYourselfBeGreat.
“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más, y ser mejores, eres un líder”. –Jack Welch