Esta modalidad de intercambio económico goza en estos momentos de gran atención por parte de los consumidores, que se encuentran en plena búsqueda de alternativas a los servicios y negocios tradicionales. Aunque con tanto alboroto alrededor, puede que haya una brecha entre lo que se propone y la realidad.

De hecho, según lo que incluya esta economía colaborativa, puede tratarse de una actividad mayoritaria o de un pequeño nicho.

Y es que cuando se piensa en este sector, los mayores ejemplos son Uber y Airbnb, aunque se trata de un mercado mucho más variado y profundo; y puede que las propuestas más interesantes no sean las más significativas, como muestra el estudio realizado por Pew Research Center  realizado en mayo de 2016.

Por ejemplo, un 50 por cientode los adultos estadounidenses han comprado artículos usados o de segunda mano, en sites como Etsy, Pinterest o incluso Ebay. Existen páginas web que permiten a las personas conectarse para comprar los productos que desean sin tener que pasar por un vendedor tradicional, aunque eso no es lo que se piensa, cuando se habla de economía colaborativa.

Otro ejemplo es de una empresa llamada StubHub, donde personas que tiene entradas a espectáculos, pueden revenderlas a otro adulto, servicio que había sido utilizado por un 28 por ciento de los participantes.

Mientras tanto, apenas un 15 por ciento de los encuestados aseguraron haber usado las aplicaciones de viajes en coches con conductor (tipo Uber o Lyft), lo que no reflejaría la atención que tiene en la opinión pública. Y en el caso de los servicios de renta de casas y apartamentos particulares para estadías cortas (tipo Airbnb), la cifra es aun menos, con un 11 por ciento.

Entre los investigadores, no todos clasifican estas iniciativas de la misma forma, por ejemplo eMarketer es más restrictivo y solo incluye servicios online basados en una comunidad que coordinan de usuario a usuario (peer-to-peer) el pago por acceder a una propiedad, articulo o servicio y durante sus investigaciones sobre el tema ha estimado que existían unos 10 millones de usuarios en 2015 que accedían a estas iniciativas. Siendo la más popular Airbnb, por lejos.

Para 2016 las proyecciones señalan que este sector crecerá un 22 por ciento hasta alcanzar los 12,6 millones, y que será de 14,5 millones para 2017. Y aunque el crecimiento es muy bueno, cuando se calcula la representatividad, estas cifras apenas representan un 5 por ciento de la población adulta estadounidense.

Si se incluye todo tipo de economía colaborativa, la penetración de la misma alcanzará los 27 millones de usuarios para este año, es decir, un 10,8 por ciento de la población adulta estadounidense y un 12,5 por ciento de la de usuarios de internet, una cifra que no esta lejos de las previstas por el Pew Research Center, y que según todos los analistas, continuará creciendo a buen ritmo, durante los próximos años, a nivel mundial.