Santiago, Chile.- No es novedad que estar en la red, con una buena campaña de marketing digital puede hacer la diferencia entre “existir o no” como pequeña empresa.  Pero no se trata de estar por estar, sin ningún propósito, sino que, por el contrario, es vital enfocarse en algunos objetivos. Para eso es necesario planteárselos y establecer metas a corto, mediano y largo plazo.

Puedes utilizar las redes sociales y el espacio digital para: establecer contacto con tus clientes antiguos, incrementar tus posibilidades con clientes potenciales, convertirte en una marca destacada por ser líder de opinión (lo que por consecuencia lógica debiera traer más movimiento a tu negocio), por ejemplo. Asimismo, tu objetivo puede ser generar tráfico a tu sitio web para mostrar tus productos y desarrollar otros nuevos o simplemente (lo menos simple de todo) entregar un buen servicio al cliente.

Te darás cuenta que éstas- y muchas otras- son metas válidas para tu empresa y de alguna forma son las mismas que la industria conoce desde siempre, pero que ahora pueden alcanzarse mediante el marketing digital de forma fluida, si diseñas una buena estrategia. Sin embargo, cuando elijas los objetivos concretos, deberás asegurarte de jerarquizarlos, calendarizarlos (plazos) para finalmente medir los resultados. Un par de metas serán más fáciles de alcanzar que una multiplicidad de ellas.

Una meta debe ser algo que necesitas conseguir y que puede ser alcanzada por medio de un proceso, en un tiempo determinado. El proceso puede variar, la meta no.

Escribe tus metas, sé honest@ con los resultados y esfuérzate por conseguir algo más que éxito social. Si tienes treinta mil seguidores y ninguno ha llegado a tu tienda, estás perdiendo el tiempo. Invertir un tiempo en el análisis de la situación actual de tu empresa en términos comunicacionales, es el primer paso para disfrutar del éxito futuro.