En la actualidad, las economías suelen asociar parte de su productividad al nivel de competitividad digital, por ello es común que exista una correlación positiva entre el grado de digitalización y la productividad de un país o empresa, lo que ha llevado a los organismos y naciones a transformarse digitalmente en todos aquellos sectores necesarios o posibles.
En el caso de España, cuando se trata de los servicios digitales más demandados por las empresas, Sortlist ha realizado un estudio en el que se muestran que la lista está encabezada por la publicidad, la planificación de medios, la estrategia digital y las relaciones públicas encabezan los servicios generales más demandados por las empresas, al agrupar el 55 por ciento de las solicitudes. Le siguen en el ranking servicios como creación web, eventos, redes sociales, eCommerce y analítica web, que acaparan un 24 por ciento de las demandas.
Tal como comenta Macarena Vayá, directora general de Sortlist España, “Aunque en cada país las condiciones que facilitan el cambio hacia el entorno digital son diferentes, lo cierto es que los servicios más demandados por las empresas de todo el mundo se repiten con bastante frecuencia”, de hecho a nivel mundial, publicidad, planificación de medios, estrategia digital y relaciones públicas son también los servicios más demandados, con un 48 por ciento del total de trabajos gestionados.
En cuanto a las diferencias, mientras en España se mantiene la apuesta por el “eCommerce y la analítica web como servicios importantes a tener en cuenta en la estrategia digital, a nivel global, servicios como la creación y diseño de apps móviles o la propia estrategia de contenidos son, junto a la creación de webs, eventos y redes sociales los líderes de servicios digitales, 26% del total de proyectos.”
Adicionalmente, en este estudio destaca también, que tanto a nivel internacional como en el país ibérico, aun son varios los servicios digitales que logran acaparar toda la demanda que cabria esperar, como es el caso de la tecnología 3D y los gráficos y animaciones en movimiento, que sólo alcanzan el 1 por ciento de la inversión total.