En un ranking en el que sólo las primeras 10 marcas de comida rápida con mayor valor en el mundo reúnen 242.357 millones de dólares, no es difícil imaginar de que gigantes se trata, tal como muestra la información del Ranking Global BrandZ de Kantar Millward Brown y WPP para este 2018. De hecho, tan solo la marca con mayor valor alcanza los 126.044 millones de dólares, lo que es más del valor de las otras nueve del ranking.

Se trata de la cadena McDonald’s, una marca que además de su valor, también es la que mayor crecimiento ha mostrado en esta categoría, al incrementar un 29 por ciento su valor y que a la hora de medirse con las marcas de cualquier otra categoría ocupa la nada despreciable octava posición a nivel mundial.

La segunda posición, en cuanto al listado de las más valiosas de comida rápida es para Starbucks con un valor de 44.503 millones de dólares, seguida de la cadena sándwiches Subway (18.766 millones de dólares) y KFC (15.131 millones de dólares), que completan las cuatro de esta categoría que forman parte del ranking global BrandZ Top100 de marcas más valiosas del mundo de este año.

Le siguen en la quinta posición Domino’s Pizza (7.446 millones de dólares), Pizza Hut (7.372 millones de dólares), Tim Hortons (6.904 millones de dólares), Burger King (6.555 millones de dólares), Taco Bell (5.213 millones de dólares) y Chipotle (4.422 millones de dólares), con las que se completa un valor combinado de 242.357 millones de dólares, y que muestra un incremento en este sector, del 13 por ciento en comparación con el año pasado, cuando el crecimiento fue del 7 por ciento.

En lo que respecta a crecimiento por marca, si se compara con 2017, la segunda posición la ocupa Burger King, con un jugoso aumento del 28 por ciento en su valor dentro de esta categoría que es mayormente dominada por marcas estadounidenses, pues apenas Tim Hortons, de origen canadiense, aparece en el listado para ‘romper’ la hegemonía.

Cuando se trata de crecer para alcanzar el éxito, las claves para las marcas de este sector, residen en “trabajar sus puntos de contacto con el cliente para hacerlos lo más amigables posible, desde tecnologías que permitan un pedido y pago rápido, hasta una entrega a domicilio con una sonrisa. Deberán trabajar la autenticidad e incorporar el valor de la salud siendo cautos en torno al concepto capricho: el consumidor quiere mimarse, pero huye de la culpabilidad”concluye Ricardo Pérez, responsable del estudio BrandZ en España.