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Facebook bloqueó inicialmente de forma “indefinida” a Trump por incitar la rebelión que atacó al Capitolio de EEUU el pasado seis de enero
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La Junta de Supervisión de la red social recibió el encargo de decidir si esta acción fue correcta o no
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Desde su salida de esta (y otras redes sociales), el ex-presidente americano se ha remitido solo a comunicados y entradas de blog
El viernes, de acuerdo con Reuters, Facebook tomó una decisión “final” sobre el bloqueo del ex-presidente Donald Trump tras la invasión al Capitolio de enero pasado. Hay que recordar que la Junta de Supervisión, aunque respetó la decisión inicial de la plataforma de sacar al mandatario, pidió imponer una penalización no-indefinida. La solución a la que llegaron Mark Zuckerberg y su equipo fue prohibirle el regreso por dos años, hasta el siete de enero de 2023.
Pero eso no es lo más interesante del proceso. De acuerdo con The Verge, Facebook también cambió cómo interactúa con los agentes políticos en su plataforma. La marca dejará de darle protección especial a estas figuras. Anteriormente, personas como Trump solían estar exentas de las herramientas de moderación del equipo de Zuckerberg. Si bien habrá excepciones en torno al valor noticioso del post, se les penalizará y moderará como a cualquier otro usuario.
No solo eso, sino que la misma red social publicó en un blog oficial una serie de medidas extra justamente para atender situaciones extraordinarias como la que provocó el ex-presidente. Los agentes políticos que prueben ser un peligro para la seguridad pública podrán ser bloqueados uno, seis, 12 o 24 meses, según la gravedad de la falta. Después de ese periodo, Facebook va a analizar si el peligro ha pasado. Si cometen nuevas violaciones, podrían bloquear la cuenta.
Las redes sociales (y Facebook) en la era post-Trump
El ex-presidente de los Estados Unidos (EEUU) no es el único que ha abusado de su influencia en Facebook y otras redes sociales para incitar actos de violencia. De acuerdo con The Wire, varios políticos (usualmente populistas de derecha) han usado estas plataformas para construir sus discursos y reforzar la retórica que desean entre su base. Generalmente usan polarización y el enfrentamiento con “el otro” para cimentar su discurso, lo cual resulta en actos radicales.
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Por esta razón, la decisión de Facebook de la semana pasada es tan consecuente. Para 2019, como recuerda Diginomica, las redes sociales estaban claramente desinteresadas en moderar el discurso de los agentes políticos, no importa qué tan dañinos fueran. Y las medidas que se han emitido en 2020 y 2021 han probado ser insuficientes para lidiar con el problema. Así al menos lo sugiere el hecho que agentes como Twitter sigan agregando nuevas herramientas.
La pregunta es cuáles serán las consecuencias de la propuesta de Facebook. Ya se están viendo posibles resultados. Es posible que las redes sociales paguen por tratar de hacer que los políticos respondan por sus acciones, como quiere hacer el gobierno de Florida, según Silicon Angle. Por el contrario, como apunta Strait Times, más personas podrían creer que estas plataformas tienen el poder de responsabilizar a estos agentes. Habrá que esperar y ver.
Redes sociales y políticos: El romance interminable
Independientemente de qué resulte del caso de Facebook vs Trump, una cosa es cierta. Es muy probable que estas controversias sigan ocurriendo, pues los universos de la política y de las rede sociales están irremediablemente unidos. No hay que olvidar que estas plataformas no solo sirven como vehículos de promoción para partidos, funcionarios, candidatos y otros agentes. También es un espacio para denuncias ciudadanas en contra de estos agentes.
Además es indudable que los políticos ven en las redes sociales, cuando menos, una gran herramienta con potencial de ser explotada a su favor. No hay que ir más lejos que el caso de 4T.Social, la “competidora de Facebook” que el gobierno federal mexicano lanzó previo a las elecciones. El proyecto fue promocionado como un vehículo para promover la libertad de comunicación y expresión. Características de las redes sociales, pero bajo un entorno vigilado.
