Como cada inicio de año, se presentan situaciones que sin duda marcarán el rumbo que vivirán las empresas de las diferentes industrias, en el mundo y en nuestro país. Para las cadenas comerciales en nuestro país, existirán retos que deberán superar con el objetivo de seguir siendo una opción para que el consumidor satisfaga sus necesidades al visitar sus tiendas.
La economía mexicana recibió varias noticias acerca de aumentos realizados por el gobierno hacia finales del 2016, lo cual pone en alerta a todas las empresas para tratar de seguir brindando una oferta de valor muy contundente que desvíe un poco la atención de la inminente alza en la inflación.
Siempre he pensado que ante la adversidad, el más astuto y visionario encontrará la oportunidad donde otros ven un problema y creo que esto se podría aplicar en el retail para el 2017, siempre y cuando las empresas a lo largo de la cadena de valor, logren entender perfectamente lo que el consumidor demanda.
Tres de los retos que considero más relevantes para 2017 en la industria del retail son:
CRECIMIENTO
Aunque la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), menciona en sus informes de crecimiento de ventas que el crecimiento nominal total al cierre de octubre 2016 a tiendas iguales fue del 6.5 por ciento, todavía por debajo de lo que se tuvo en 2015, sin lugar a dudas el tema inflacionario será una variable a considerar para lograr tasas de crecimiento sostenido a lo largo del 2017 por parte de las cadenas comerciales.
Si a esto le sumamos que el Banco de México, hacia finales del año pasado, redujo su expectativa de crecimiento del PIB para dejarla entre 1.5 por ciento y 2.5 por ciento, la empresas de retail, como en cualquier otra industria, necesitarán ser muy cuidadosas con todas las variables que afectan el crecimiento, desde el tema inflacionario, hasta el de insumos comprados en moneda extranjera.
TECNOLOGÍA
A lo largo de la historia hemos sido testigos que la implementación de la tecnología en cualquier ámbito trae consigo beneficios tangibles. El retail es una de las industrias que experimenta dichos beneficios en mayor escala a la hora de llevar la tecnología a lo largo de la cadena de valor. Desde los centros de distribución, hasta el punto de venta físico y digital.
Vivimos en un mundo en el que la tecnología es parte de nuestra vida a toda hora. El consumidor está acostumbrado a vivir inmerso en una serie de dispositivos tecnológicos que le hagan la vida más fácil y prácticamente exige que dicha tecnología forme parte de su visita a la hora de comprar y adquirir productos en un punto de venta de alguna cadena comercial.
La realidad virtual, inteligencia artificial, entregas a través de drones y portales intuitivos son algunos ejemplos de lo que estaremos viviendo en las diferentes tiendas del retail en nuestro país y el reto no solamente consiste en la posibilidad de poder implementarlos, sino la velocidad a la que se necesita hacerlo para cumplir con una promesa de valor ya esperada por el consumidor.
INNOVACIÓN
Este concepto existe hace más de 50 años, pero en la última década ha tomado relevancia, ya que sigue siendo un factor de competitividad utilizado por pocos en el escenario empresarial. Llevarla a cabo implica una serie de factores de complejidad que no se habían considerado en los modelos de administración tradicionales.
Sin lugar a dudas, una de las tendencias en ese sentido es “Design Thinking”, que presta toda su atención al proceso de diseño, sin tener en mente ninguna idea sobre el resultado al que se pretende llegar, por lo cual se puede obtener un producto final inesperado pero efectivo, siendo la entrada perfecta para la innovación y la transformación de la idea inicial de una manera rápida, económica y efectiva.
Estoy seguro que muchas empresas de retail comenzarán procesos de innovación a través de técnicas efectivas para mejorar sus procesos a lo largo de la cadena de distribución, logrando con ello ahorros en los costos operativos que tengan como consecuencia un mejor precio y oferta para el consumidor.