Mucho se ha especulado con la posible desaparición del libro impreso, a raíz de la llegada de internet, pero por ahora, aunque decrecen las cifras y según PwC se espera que desde 2013 a 2018 los ingresos por libros impresos (sin incluir profesionales y de educación) pasen de 53.600 millones de dólares a 46.000 millones y los de los e-books aumenten de 2.400 a 5.300 millones, todavía se mantiene una cuota de mercado considerable.
En el caso de España, cuya producción de libros es de gran importancia para el mercado hispano, se trabaja precisamente en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio, aprovechando la celebración de la 68ª edición de la feria del libro de Fráncfort, que es considerada la cita más importante del panorama editorial en el mundo y en la que participan 166 sellos editoriales, además de 25 agencias literarias españolas.
Y es que además de la venta en el mercado interno español, las exportaciones son de suma importancia para la supervivencia de esta industria en España, pues además, según datos de la Federación Española de Cámaras del Libro, durante 2015 las exportaciones de este sector en nuestro país llegaron a los 552,36 millones de euros. Una cifra que muestra el constante aumento que ha experimentado la facturación de importaciones, que en 2009 eran de 442,36 millones de euros.
Entre los mercados que mayor cuota tienen dentro de estas exportaciones, destacan Francia (151,04 millones de euros), Portugal (67,06 millones) y México (61,38 millones).