La elaboración de una marca país resulta más complicada que la construcción de una marca tradicional, ya que entran en juego diversos factores, mismos que resultan clave al momento de tratar de posicionar a una nación en el mercado global, que resulte atractivo para los inversionistas y que al mismo tiempo resalte los valores, tradiciones, historia, cultura, comportamiento y orgullo de la gente que habita ese territorio.
Y es que no sólo se trata de impulsar un sector de mercado, es decir, la marca país no consiste únicamente en posicionar un país dentro del turismo, por ejemplo, sino situarlo en la mayoría de frentes posibles, por lo que definir la imagen, colores y tipografía de una nación no bastan para dotarle de una imagen y reputación.
Entran en juego múltiples factores, desde la estabilidad política, la seguridad, la calidad de vida, la oportunidad de hacer negocios, el tiempo que tardan los mismos en concretarse, la religión, entre otras características; es por ello que el marketing corporativo resulta esencial en este tipo de procedimientos.
En el caso de México, el hecho de sólo tarde 9 días en comenzar un negocio, en comparación con los 33 días que demora China, o los 119 días en Brasil, es un atractivo para los inversionistas, así como lo es la cercanía con Estados Unidos, los 130 millones de mexicanos, entre otros factores, se vuelven valores agregados para posicionar la marca país.
De acuerdo con el Reporte Anual de las Marcas Países más valiosas, elaborado por Brand Finance, al igual que los consumidores, los inversores son predecibles, por lo que se deben estudiar sus necesidades; esta es la clave del posicionamiento. La comprensión clara de lo que impulsa a tomar decisiones de los inversores ayuda a definir la estrategia de marca, y es que cuando se busca invertir en un país, “a menos de que literalmente descubras una mina de oro, siembre habrá otra opción”, recalca el informe.
Según el estudio, decidir entre una nación u otra involucra argumentos financieros y emocionales, es en este momento en donde la marca país entra en juego. Asimismo indica que la justificación basada en el valor es obvia, ya que técnicamente la metodología de valoración emplea diversas tasas de riesgo, mismas que son utilizadas por los inversionistas al evaluar un país de destino.
Sin embargo, las percepciones son igual de poderosas, debido a que recurrentemente se ha demostrado que en la inversión y en el B2B, las decisiones están lejos de ser exclusivamente racionales.
En la primera posición del listado se encuentra Estados Unidos, con un valor durante este año superior a los 21 mil millones de dólares; le sigue China con 10 mil 209 millones; Alemania es tercera con poco más de cuatro mil millones de dólares; Japón ocupa el cuarto puesto con 3,439 millones; mientras que el Reino Unido cierra los primeros cinco lugares con 3 mil 129 millones de dólares.
Por su parte, México se situó en la décimo tercera posición con un valor de marca país de mil 49 millones de dólares; este puesto representa un crecimiento de dos lugares en comparación con 2016; con lo que se ubica por encima de naciones como Suiza, Rusia, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, entre otros.