A los 6 años mi padre me prohibió ir al McDonalds, argumentaba que era imperialismo el hecho de que prefiriera una cajita feliz todos los días de mi cumpleaños y no algo más barato como unos tacos o unas enchiladas. En su imaginario mi padre luchaba contra sus enemigos y yo solo era un niño tan rechoncho como moreno, que vivía expuesto a la televisión y a la publicidad.
No es equivocado decir que en el mismo momento en el que nacemos también nos convertimos en consumidores. Hay un mercado para bebes y cuando se es niño te conviertes en un objetivo de marcas. Los niños también consumen y desean objetos como juguetes, autos, legos y un sin fin de productos.
Por ejemplo según lo dicho a el diario El País, Miguel Ángel Royo-Bordonada, investigador de la Escuela Nacional de Salud Pública, “los menores reciben 7.500 impactos al año de mensajes que les dicen que coman un producto que no es saludable, asociados además a emociones positivas, a regalos y obsequios y que además aseguran que son más sanos cuando es al contrario”.
Los niños ya representan un gran nicho para las marcas. Estos ya son consumidores en potencia, tienen peso en las decisiones familiares y sus deseos al menos están en las conversaciones con sus padres. Según el portal AdWeek las marcas ya invierten 1.000 millones de dólares para posicionarse en la publicidad para los niños. Una proyección de PwC apunta que en 2021 la publicidad destinada a los niños moverá, a nivel global, 1.700 millones de dólares.
Modificando el foco de atención
Los niños son para la industria de la publicidad un nicho próspero para los anunciantes, según AdWeek, “los niños son la audiencia de internet más grande y que más rápido crece en el mundo, así que pensarías que Facebook o Google habría invertido en soluciones de marketing para ellos, pero te equivocarías”.
Según The Cut los niños no están preparados mentalmente para recibir anuncios, entre los 4 y 5 años, no se tiene conciencia de lo que es un anuncio y el programa que ven. Los niños solo son sensibles al cambio de contenido pero solo hasta los 11 y 12 años es cuando el cerebro infantil empieza a diferenciar lo que le están intentando vender.
Lo cierto es que actualmente los niños ya son nativos digitales, los niños son usuarios recurrentes del internet y de Youtube. Según un estudio de Ofcom, el porcentaje de niños con una televisión en su habitación ha caído en 20 por ciento. Según el mismo estudio 2 de cada 3 niños menores de 7 años tiene acceso a una tableta y Youtube la plataforma favorita de este sector de la sociedad.
Youtube es el destino favorito
Aunque la edad mínima para usar la plataforma es de 13 años, lo cierto es que los niños de entre 8 y 11 años son usuarios recurrentes de la red de videos. La publicidad para niños es un lugar complicado y complejo, y es justo Youtube quien nos puede dar el ejemplo sobre los huecos legales que aún hay en la publicidad para este sector.
En 2019 Youtube pagó uno 170 millones de dólares para resolver acusaciones sobre la violación a las leyes federales de Estados Unidos al recolectar información personal sobre niños. La plataforma fue acusada de seguir los pasos de navegación de los niños mediante la implementación de cookies sin consentimiento de los padres y usar los datos para entregar publicidad, con valor de millones de dólares.
Según la demanda Youtube promocionó su popularidad para cerrar contratos con compañías como Mattel y Hasbro. De acuerdo a datos de la demanda la plataforma se promocionó como “el líder actual en alcance entre niños de 6 a 11 años contra importantes canales de TV”.