“Spider-Man: Un nuevo universo” se convirtió en un éxito en 2018. De un presupuesto de 90 millones de dólares hizo más de 384, tiene un 93% de la audiencia en el meta sitio Rotten Tomatoes y todavía uno mejor de la crítica, un 97%; recogió 82 premios, incluido el de Mejor Película Animada en el Oscar. Es, para muchos, la mejor película que sobre el súper héroe arácnido se ha hecho. Ahora regresa en “Spider-Man: A través del spider-verso”, una historia que da continuidad al planteamiento central de la anterior y que establecerá su nueva postura en “Spider-Man: Más allá del multiverso”, a estrenarse el 29 de marzo de 2024.
“A través del spider-verso” retoma la historia 16 meses después de la conclusión de “Un nuevo universo”. Al detener los multiversos de colisionar, Miles Morales ayudó a crear involuntariamente a The Spot, un humano que ahora tiene la capacidad de crear portales, incluyendo entre universos. The Spot quiere vengarse de Miles pues fuera de sus nuevos poderos lo ha perdido todo. Un grupo de súper héroes arácnidos tiene en la mira a The Spot. Gwen ha sido encargada de vigilarlo. Al hacerlo le es inevitable visitar a Miles, complicando la misión. Sin spoilers, lo anterior da pie a los aciertos que el filme repite y refuerza:
Un valor universal
“Esa persona que ayuda a los demás simplemente porque debe hacerlo y porque es lo correcto, es, sin lugar a duda, un auténtico súper héroe,” es la frase de Stan Lee que aparece al final de “Spider-Man: Un nuevo universo”. Es en realidad el discurso del filme. Todo lo que sucede en la historia está en función de ello. Es lo universal que conecta con cualquier persona de la audiencia.
La postura que expresa la cita sobre lo que significa ser un héroe se cimenta en la propia esencia de Spider-Man. Como lo dice Mary Jane en el memorial a Peter Parker, “cualquiera puede ser Spider-Man”. El que aparezcan, por ejemplo, trajes de distintos colores y características y, desde luego, varios “spiderman’s” tiene el mismo propósito. Spider-Man puede ser una adolescente rubia, un cerdo caricaturesco, una asiática con una conexión telepática con un robot o un chico latino de Brooklyn. El filme conecta entonces con todos.
Inclusión
El discurso de “Spider-Man: Un nuevo universo” está hiperbolizado o profundizado, según se prefiera, en “Spider-Man: A través del Spider-Verso”. Si en la primera había seis “spider-man’s” (siete si se considera a Peter Parker, quién fallece), ahora hay cientos y los hay en una mayor diversidad. Hay más mujeres, una de ellas embarazada, hay uno punk y otro indio. Vaya, hay hasta un gato, un dinosaurio y un caballo. No sólo los hay con distintos fenotipos, razas y géneros, sino que cada uno tiene una estética distinta y está animado bajo parámetros distintivos. Tal variedad hace mucho más accesible o fácil de identificarse para el público y refuerza, desde luego, la propuesta central.
Identidad
“Spider-Man: A través del universo” no concluye el nuevo discurso. Los creadores han indicado que redefinirán lo que significa ser un héroe. El primer filme juga con un viaje del héroe que tiene los elementos de las historias de todo Spider-Man y que incluyen, por ejemplo, el obvio momento del piquete o vinculación con la araña y la muerte de un ser querido (la del tío Ben siendo la más conocida), pero no son los únicos. Miles se entera de lo que le vendrá, por ejemplo, cuando su identidad sea conocida por sus seres queridos o cuando tenga que revelarla. Miles se niega, ¿por qué debe seguir el modelo? Él es “Miles Morales” y eso lo hace, aunque un Spider-Man, único. El filme no da aún la respuesta, pero es clara la dirección y se vincula con la propia cita de Stan Lee: la esencia de Spider-Man está en hacer lo correcto, no en un destino o una serie de requisitos. Entonces, la celebración refuerza que puede ser cualquiera y que ese “cualquiera” es único.
