Tu imagen es muy poderosa y relevante a la hora de establecer tu branding personal.
Para ser muy claros, en esta ocasión quiero explicarme bajo los conceptos de “fondo y forma”.
El fondo de tu branding personal consiste en tus valores y atributos, tus conocimientos, tu experiencia, y por supuesto tener bien definido el “quién eres”. En cambio, la forma de tu branding personal es la imagen que proyectas, y con ello sumamos cómo te ven los demás y si realmente creen en lo que eres.
Pues bien, como explicaba al principio de este artículo, tu imagen es muy poderosa y dentro de tu estrategia de branding personal, necesitamos cuidar que ésta proyecte lo que realmente eres en cuanto a fondo y forma, por una simple razón: “Si quieres ser, también hay que parecer”.
Imagínate que te recomiendan un producto y te hablan de las grandes ventajas que tiene, lo exclusivo y maravilloso que es, pero cuando llega a tus manos el empaque parece viejo o maltratado, los colores se ven opacos y la envoltura no te convence porque no se ve ni cuidada, ni atractiva; ¿no sentirías que el empaque no es congruente en comparación con los grandes beneficios que te hablaron? Estoy segura de que esa primera percepción sería una gran decepción.
¿Te das cuenta el papel esencial que tiene tu imagen con tus valores y lo que otros esperan de ti?
Sin importar cuál es tu marca personal, la parte de la consistencia y congruencia debe estar presente. Para ser reconocidos y construir un branding personal debemos ser fieles tanto a nuestros valores como a nuestra imagen. ¿Qué quiere decir esto? Que no se vale ser un día la persona más preocupada por su persona, pulcra y ataviada y otro día ser toda una facha.
Pero, ¿Cómo alinear tu presencia a tu marca personal?
Bueno, como lo explicaba, tu imagen y tus valores deben hablar de la misma manera. Si tu marca personal habla de alguien confiable, amigable y que le gusta el trabajo en equipo, la selección de tu ropa y tu comportamiento no verbal, así como tu comunicación, deben estar alineados a estos. Una vestimenta casual, colores vivos pueden ayudarte para que el mensaje sea claro. En cuanto a la comunicación no verbal estas personas se les distinguen por su sonrisa franca, su apertura y disposición a trabajar en equipo.
En cambio, si tu marca personal está en el sentido de liderazgo, posiblemente tu imagen debe ser de más autoridad. La elección de tu ropa por lo tanto también debe proyectar esto. Colores oscuros como son azul marino, gris oxford o negro sin duda son muy buenos aliados. Ropa más formal como blazers, camisas hasta traje te ayudar a reafirmar tu mensaje.
Ahora que estás consciente de cómo tu aspecto es de tal relevancia para construir tu branding personal, analiza cuáles son tus valores y tus atributos, y luego valora si realmente tu apariencia está alineada para lograr lo que realmente quieres proyectar.