La reciente colaboración entre Stanley y Starbucks ha desatado una verdadera euforia en las últimas horas. El lanzamiento de una edición especial de un termo rosa Stanley x Starbucks por parte de la mundialmente reconocida cadena de cafeterías ha provocado largas filas y una frenética actividad en redes sociales, con aficionados y coleccionistas ansiosos por hacerse con uno de estos codiciados objetos.

Stanley, conocido por su durabilidad y diseño funcional, ha encontrado en Starbucks el socio perfecto para atraer a una amplia audiencia que valora tanto la calidad de su café como la de los accesorios con los que lo consumen.

Los termos Stanley, conocidos por su icónica estética y su capacidad para mantener las bebidas calientes o frías durante horas, tienen una historia que se remonta a más de un siglo

En el corazón de cada aventura al aire libre, donde el café se mantiene caliente y las bebidas frías resisten el paso de las horas, hay un elemento común: un termo Stanley.

Este icono de durabilidad y funcionalidad tiene sus raíces en 1913, cuando un hombre revolucionó el mundo de las botellas térmicas con un invento que se adelantó a su tiempo. Pero, ¿cómo empezó todo y quién fue el visionario detrás de esta marca que ha trascendido generaciones?

¿Quién inventó los termos Stanley?

William Stanley Jr. no era un hombre común. Con más de 100 patentes a su nombre, este prolífico inventor estadounidense cambió la forma en que bebemos nuestras bebidas favoritas al aire libre.

Su invención más notable, una botella de vacío de doble pared completamente de acero, surgió como respuesta a las limitaciones de las botellas térmicas de la época, que estaban revestidas de vidrio y eran propensas a romperse.

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En 1913, la Stanley Bottle Company nació con un solo propósito: llevar al mercado esta innovadora botella de vacío.

Si bien William Stanley Jr. no pudo ver el despegue comercial de su creación, su legado continúa vivo en cada termo Stanley. Tras su fallecimiento en 1916, la empresa pasó por diversas etapas:

• 1916-1921: Una firma de inversión neoyorquina dirigió la compañía y contrató a un ingeniero para supervisar la producción de las botellas de acero inoxidable.
• 1921-1965: Landers, Frary & Clark adquirió la marca y trasladó la producción a Connecticut, integrándola a su línea de productos para el hogar.
• 1965-2002: Aladdin, empresa dedicada a la fabricación de lámparas de aceite y productos de almacenamiento, se convirtió en la nueva propietaria de Stanley.
• 2002-presente: Pacific Market International (PMI) con sede en Seattle, adquirió las marcas Stanley y Aladdin para expandir su negocio. En 2014, PMI expandió su presencia al mercado sudamericano comprando la empresa brasileña Agostini y abriendo oficinas en Río de Janeiro.

A lo largo de los años, Stanley ha ampliado su gama de productos, adaptándose a las necesidades cambiantes de los consumidores sin sacrificar la calidad y el diseño robusto que caracterizan a la marca. Desde termos y botellas de agua hasta accesorios para mate, Stanley ha sabido mantenerse relevante, fusionando tradición e innovación.

Un termo viral

La historia de los termos Stanley es un testimonio de la perseverancia, la innovación y la visión de futuro. Aquel invento revolucionario de 1913 se convirtió en un fenómeno viral en TikTok.

Hace unos meses, un vaso Stanley sobrevivió a un incendio. El video del termo casi intacto después de un accidente fue muestra de su impresionante durabilidad y renovó el interés y popularidad en la marca, especialmente entre la generación Z.

¿Cuánto cuesta un termo Stanley?

El precio de un termo Stanley puede variar según el modelo, la capacidad, el lugar de compra y las ofertas disponibles. En general, los precios se encuentran entre los 600 pesos y hasta más de 2000 pesos.

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