Entre el 2010 y el 2013 las tablets representaron uno de los productos con mayor crecimiento en el volumen de ventas, sin embargo, hoy en día esta industria se encuentra estancada y el futuro es incierto para este tipo de gadgets, los cuales cada vez se diferencian menos con los teléfonos inteligentes, en particular, con las phablets.
El problema central es que los consumidores no renuevan sus equipos con el ritmo necesario para mantener la industria en movimiento, por lo que hoy en día el futuro del concepto tablet se encuentre frente a una encrucijada, ya que por una parte, su uso ya no difiere drásticamente de las funciones que puede prestar un smartphone, salvo el tamaño de la pantalla, el cual es una ventaja y al mismo tiempo una limitante para la portabilidad.
Por otra parte, el futuro de las tablets podría estar completamente del lado del concepto que ha creado Microsoft con la marca Surface, y que Apple ha seguido también con su línea iPad Pro, equipos que ofrecen un rendimiento superior al grueso de la oferta del mercado, y tienen herramientas de hardware y software propias para cumplir con el uso profesional al que están destinadas.
En el caso de los smartphones, se ha denotado una tendencia creciente a incrementar el tamaño de las pantallas, por lo que hoy en día los teléfonos inteligentes cubren parte de las necesidades que los consumidores de tablets poseen, incluyendo procesadores más potentes y más memoria RAM.