El audaz salto que diera Orlando, labrador guía de 11 años de edad, a las vías del metro de Nueva York para salvar a su dueño, Cecil Williams, débil visual de 61 años, quien por haber desmayado sorpresivamente cayó al carril de los vagones, se ha convertido en un fenómeno mediático y de fondeo popular en los Estados Unidos sin precedentes.
Testigos del evento señalan que cuando el veterano comenzó a titubear, Orlando comenzó a ladrar y trató de alejarlo de las vías, lo que fue demasiado tarde. Segundo después, Orlando de un brinco fue por su dueño a las vías, en donde comenzó a ladrar frenéticamente, mientras uno de los trenes se aproximaba a toda velocidad.
Afortunadamente, el convoy bajó su velocidad, mientras Orlando no se movió ni por un instante de su lado, Williams logró reaccionar para moverse al centro de las vías, en donde el convoy no pudo hacerles daño. Y enseguida llegó la ayuda.
Al ser hospitalizado, Williams fue entrevistado por Associated Press y expresó su agradecimiento, pero reveló con tristeza que su perro, ya también un veterano próximo al retiro, tendría que ser apartado de su lado al cumplir con su vida útil, debido a que eran necesarios como 50 mil dólares para asegurar la manutención del animal.
Y es aquí que entra en escena Grant Kirsch, un estudiante de leyes dedicado a las obras benéficas, que al enterarse de la historia, de inmediato abrió una campaña de fondeo popular en Indiegogo para recaudar los 50 mil dólares que Cecil y Orlando requerían para permanecer juntos. Y pues hasta este punto, 18 de diciembre, las cantidad reunida superaba ya los 55 mil dólares. Es decir, la gente reaccionó en menos de un día para apoyar la causa y de sobra.
Así, esta situación abre una puerta nunca antes puesta en consideración para este tipo de causas, que demuestran esa parte que vale la pena de la gente, que regala esperanza en la humanidad y que enseñan el potencial de las plataformas de crowdfunding, sobre todo cuando a las personas le hace sentido aquello a lo que pretende apoyar.