Los crossovers son una mezcla entre una SUV o vehículo utilitario y un automóvil de pasajeros. Están diseñados para atraer a los consumidores que buscan un punto intermedio entre los aires de campo y de ciudad. Son automóviles compactos para adaptarse al entorno urbano, pero al mismo tiempo espaciosos para llevar a la familia de día de campo.
Para preparar a sus crossovers de camino al mundo real, los ingenieros de Nissan someten a los vehículos a pruebas de estrés que involucran robots, polvos volcánicos y a Mariah Carey. Para la marca japonesa no hay mejor prueba de que un sistema de sonido es resistente que las altísimas notas de esta celebridad del pop noventero.
La compañía dijo a la revista Fortune que prueba el estéreo de sus crossovers a volumen alto por mil 200 días seguidos usando una combinación de música que contenga el más amplio rango de tonos. Para los altos, usan a Mariah Carey, y para los bajos, música house alemana.
Otras pruebas incluyen activar los limpia brisas por 480 horas en distintas velocidades, o utilizar robots para abrir y cerrar las ventanas por lo menos 30 mil veces al tiempo que se esparce polvo volcánico japonés sobre el vehículo. También se arrojan objetos con el peso equivalente al de un oso para asegurarse de que, en caso de un impacto con este animal, el vidrio no se rompa.
Hoy más que nunca, las fabricantes de automóviles están preocupadas por cumplir con altos estándares de seguridad y medio ambiente. Casos como el de Volkswagen demuestran que esto tiene una importancia capital para el futuro de las compañías.
La prueba de seguridad más dura del mundo en vehículos la realiza el IIHS (Insurance Institute for Highway Safety) en Estados Unidos. Se llama Prueba de Impacto Frontal que mide qué tanto se deforma el espacio del auto que alberga a las personas con un impacto, así como el efecto sobre las ruedas, que hace que se pierda control del coche. De acuerdo con el IIHS, el auto con mejores resultados en esta prueba es el Volvo S60, seguido del Acura TL de Honda.