Mary Campos, viajera frecuente (más de un millón de millas acumuladas) se llevó una sorpresa cuando después de reservar su asiento en un vuelo a Houston de United Airlines, un agente de la compañía se le acerco en la puerta de la aeronave para entregarle un nuevo boarding pass con una razón que considera discriminatoria. Dos hombres que alegaban no poder estar cerca de mujeres por creencias religiosas.

Campos, residente de Coto de Caza, en California, se encontró con un apenado agente que admitía no saber como explicarle que, los dos pasajeros que irían sentados a su lado, “mantenían creencias culturales que les impedían sentarse, hablar o comunicarse con mujeres”

Campos, una consultora senior de la industria petrolera y gasífera ha declarado en diversos medios estadounidenses que “pensaba que vivía en una sociedad donde las mujeres eran iguales a los hombres” y que no tuvo opción sino aceptar el nuevo asiento, tras lo cual decidió escribir al CEO de United Airlines.

En la misiva, como explica la propia Campos, increpaba al directivo a que le diese respuesta sobre qué pasaría si se tratase de una persona discapacitada o transgénero, o si tota la tripulación fuese femenina. Al tiempo que le señalaba que cualquier creencia que impida a otros interactuar con mujeres, no debería viajar en aerolíneas comerciales, pues son la mitad de la población mundial.

La línea aérea le respondió que investigaría lo sucedido, pero hasta ahora no ha recibido nueva información al respecto.

Por su parte, un vocero de la empresa ha declarado a CBS Los Angeles, que “lamentan que la Sra. Campos no estuviera feliz con el manejo de la situación de la asignación de asientos en su vuelo. United elige a sus empleados según los más altos estándares y tiene cero tolerancia por la discriminación.”

Campos ha explicado que los dos pasajeros en cuestión eran monjes pakistaníes a quienes tampoco pudieron atender las mujeres de la tripulación, por las mismas razones del cambio de su asiento. “No se puede discriminar a la mitad de la población”, alegaba Campos “por las creencias de otra nación”, mientras ha explicado que aun espera una disculpa para con todas las mujeres de ese vuelo, incluidas las empleadas y un cambio en su política ante estas situaciones.