Por Alvaro Rattinger
email [email protected]
twitter @varu28
El momento que muchos anticipĆ”bamos ha llegado. Facebook enfrenta por primera vez acusaciones por manipular resultados en sus pĆ”ginas a partir de preferencias o tintes polĆticos. Era cuestiĆ³n de tiempo, es evidente que las redes sociales y buscadores estĆ”n en una posiciĆ³n privilegiada para controlar lo que sus usuarios ven. Google ha enfrentado temas similares ahora es turno de la empresa de Mark Zuckerberg.
El ComitĆ© de Comercio del Senado de los Estados Unidos pidiĆ³ una explicaciĆ³n a Facebook sobre acusaciones anĆ³nimas hechas a la red social sobre manipulaciĆ³n de resultados en la secciĆ³n de trending topics. El artĆculo se publicĆ³ primero en Gizmodo el dĆa lunes pero se ha convertido en un fenĆ³meno en redes sociales. Supuestamente proveedores o trabajadores de la empresa manipularon o removieron resultados de la lista de temas populares. El senador John Thune de Dakota del Sur exigiĆ³ a la empresa de Zuckerberg entregar de manera detalla que artĆculos se habĆan removido de la lista presentada frente a usuario de Facebook.
No es nuevo que un medio sea acusado de parcialidad pero estaĀ vez sucede enĀ redes sociales. La estrategia de las redes sociales y buscadores es la selecciĆ³nĀ de resultados y contenido con el fin de mostrar lo mĆ”s relevante para el consumidor. La explicaciĆ³n hasta el momento es lĆ³gica, solamente bajo este tipo de esquemas es posible digerir el enorme volumen de contenido disponible. Sin embargo, es la primera vez que se acusa āde maneraĀ anĆ³nimaā a Facebook de tener tintes polĆticos en su ajuste de resultados. Para la empresa no es nuevo el uso de curadores y periodistas para evaluar el contenido que aparece en la secciĆ³n de ātrending topicsā pero la idea de que las preferencias personales podrĆan afectar la libre comunicaciĆ³n de otros medios asusta un poco.
No sĆ³lo EEUU deberĆa de preocuparse, tambiĆ©n MĆ©xico y el resto del mundo harĆa bien enĀ tomar nota. El consumidor define cada vez mĆ”s su dieta de informaciĆ³n a partir de los resultados de plataformas sociales o digitales, por ejemplo, yo utilizo diariamente la funciĆ³n de noticias en elĀ iPad y eso me ha alejado de medios que podrĆan complementar mi visiĆ³n del mundo. Recientemente hablaba con un diputado federal del tema y le decĆa que su nueva competencia podrĆa no ser un partido polĆtico sino una red social que por temas de preferencia o popularidad lo dejara fuera de la conciencia colectiva āno quierenĀ saber su reacciĆ³nā. Me explico mejor, las redes sociales y buscadores en internet dependen del alto trĆ”fico y la popularidad del contenido para sobrevivir. El volumen, velocidad y tiempo dedicado a una pieza de contenido entre muchos otros determinan la relevancia para el algoritmo matemĆ”tico que calcula los resultados. En menos palabras, si lo que haces en internet no es masivo o interesante jamĆ”s saldrĆ”s en la lista de trending topics de Facebook o Twitter. Eso explica en gran medida el Ć©xito de Trump; todas sus acciones cumplen con la velocidad y masificaciĆ³n del mensaje, el mejor ejemplo es el reciente Taco Bowl pero casi todos sus comentarios tienen esa particularidad, evidentemente un mensaje mĆ”s tradicional palidece en comparaciĆ³n. Un candidato polĆtico que anuncie en redes sociales sobre una inauguraciĆ³n de un hospital estĆ” en desventaja frente a un escĆ”ndalo mediĆ”tico.
Los polĆticos y gobernantes deben comprender lo que las marcas dominan hace tiempo, las redes sociales, buscadores y en general las plataformas digitales son medios de suma complejidad. Claro que hay sesgo en los resultadosĀ enĀ internet, lo que mĆ”s llama la atenciĆ³n es que losĀ tome por sorpresa. Siempre han existido 10 posiciones en la primera pĆ”gina de Google, lo mismo sucede en cierta medida en Facebook. Hay una incorrecta idea de que el espacio digital es neutro e ilimitado. Es todo lo contrario el espacio es mucho mĆ”sĀ escaso. TambiĆ©n es indispensable comprender que el control de estos medios es prĆ”cticamente imposible, pensar en que el Instituto Nacional ElectoralĀ podrĆ” tener control de lo que se filtra o noĀ en las prĆ³ximas elecciones federales es inocente. Esa es la realidad con la que se ha topado el Senado en la UniĆ³n Americana. Las redes sociales son por definiciĆ³n un fenĆ³meno de personalizaciĆ³n masiva en la que cada persona puedeĀ recibir contenido distinto, esto haceĀ muy difĆcil la supervisiĆ³n.Ā Creo firmemente que la manipulaciĆ³n de resultados es un riesgo para la libertad de expresiĆ³n, nadie deberĆa ostentar el poder de filtrar lo que un consumidor recibe, pero reconozco la necesidad de filtrar cientos de millones de mensajes. En principio pienso que la acusaciones anĆ³nimas contra Facboook no llegarĆ”n muy lejos, supongo que es un tema aislado y no un asunto generalizado.
Para las marcas el problema es similar, cĆ³mo hacer para que sus mensaje sobresalgan en una mar de competencia por la atenciĆ³n. Una pĆ©sima estrategia es tratar de abordar cada tema y entrometerse en conversaciones ajenas. Ejemplos abundan de marcas que han errado sus estrategias de newsjacking. Para las marcas el camino deberĆa ser la adopciĆ³n de plataformas y comprender que las redes sociales son un medio mĆ”s en sus estrategias de marketing. No deberĆan ser el centro de sus esfuerzos de creaciĆ³n de comunidades, el rol de una empresa es crear una cartera de clientes para sus marcas, en algĆŗn momento perdimosĀ eso de vista.Ā