“The problem we’re trying to solve is that there are rich teams and there are poor teams. Then there’s 50 feet of crap, and then there’s us.”
– Brad Pitt interpretando a Billy Beane, Moneyball
Pienso que el deporte es una perfecta metáfora de la vida, es una parte integral de mi filosofía personal que ha marcado mi trabajo profesional como colaborador en empresas y como consultor, coach y mentor. Uso ejemplos del deporte para ilustrar cómo enfrentar situaciones personales y profesionales puesto que, en esencia, tiene ese lado de valores, pero también de superación, competencia, aprendizaje, derrota y victoria. Justo como la vida.
Por eso, Moneyball como película me encanta, esa parte del guión de la película con la que empiezo esta columna demuestra cómo los principios de resolución de problemas se pueden aplicar. En esta ocasión, vamos a aportar nuestros “dos centavos” al tema del momento en el mundo deportivo en México: la severa crisis que atraviesa el fútbol y la Selección Nacional y explicaremos cómo se puede aplicar este enfoque “problem-solving” debido a que estamos viviendo una vorágine de opiniones, comentarios, críticas que están muy lejos de aportar o construir.
No, no tengo la verdad, ni la solución. Por lo que no vas a encontrar en esta lectura una lista de propuestas o cambios que se deben hacer en bien del fútbol mexicano. Lo que pretendo aportar es que en momentos y situaciones cómo está, se tiene que identificar CORRECTAMENTE el problema. Mientras, comentaristas, periodistas, aficionados y actores alrededor del fútbol están lanzando desde teorías conspirativas, críticas (muchas sin fundamento y desde la ignorancia) hasta acusaciones a quienes consideran los villanos del
momento, pocos se han detenido a hacer un buen análisis de la situación.
Primero, es crucial hacer una pausa y reflexionar sobre la esencia de la resolución de problemas: la identificación del problema. Parece obvio, ¿cierto? Pero en realidad, es un paso que regularmente se descuida o se maneja mal. Muchas veces, las personas y las empresas se precipitan en buscar soluciones sin entender completamente la naturaleza del problema. No puedes equivocarte en el diagnóstico, porque luego las soluciones también serán equivocadas. Incluso, RECONOCER que tienes un problema solo es una parte de esta etapa, luego tienes que ser capaz de ponerlo en un enunciado. Muchas de las soluciones o críticas se hacen en comparación con otros países o modelos. Cuándo el primer paso para resolver es partir del punto donde estás para llegar al punto donde quieres estar (Situación Actual – Situación Deseada). El problema vive/reside en un contexto determinado y las soluciones tienen que partir de ahí. Hay contextos que se pueden cambiar/controlar y contextos que no.
Además, hay una trampa común en la que muchos caen: la tentación de copiar lo que ha funcionado en otros lugares. Vemos a un equipo en otro país o en otra liga tener éxito con una estrategia específica, y pensamos: “Eso es, eso es lo que necesitamos hacer”. Pero en el mundo deportivo no es tan sencillo. Cada entorno es único, con sus propias dinámicas y características socioeconómicas y culturales. Lo que funciona en un lugar no necesariamente funcionará en otro. Así que, por tentador que sea, se debe evitar la
tentación de copiar y pegar estrategias de un contexto a otro. Si, hay que ver, estudiar, analizar otros casos, para adquirir conocimientos, adaptar lo que se pueda y permita tu contexto.
Ahora, una vez que tenemos un buen entendimiento del problema, entramos en la fase de búsqueda de soluciones. Aquí es donde nos movemos más allá del pensamiento convencional y nos adentramos en el mundo del pensamiento lateral. Este tipo de pensamiento implica salir de las rutas tradicionales de pensamiento y explorar soluciones creativas e innovadoras. Es el “pensar fuera de la caja” que seguramente hemos escuchado en muchas ocasiones. El pensamiento lateral implica romper con las convenciones y ser abierto a nuevas posibilidades. A veces, los problemas más difíciles requieren las soluciones más creativas. A veces. Y es que no es la única forma de abordar un problema: tenemos también el pensamiento crítico. En su esencia, es un enfoque que busca comprender la estructura lógica de argumentos, identificar supuestos no probados, detectar sesgos, evaluar la relevancia y la validez de las ideas y obtener una visión clara y completa de un problema o concepto. Una de las claves del pensamiento crítico es no dar nada por sentado. Cada afirmación o idea debe ser examinada y probada, y cada suposición debe ser identificada y cuestionada.
Esto significa que debes estar dispuesto a desafiar tus propias ideas y creencias, así como las de los demás. Y esto es muy relevante para la situación que atraviesa nuestro fútbol. La mayoría quiere tener la verdad, y pocos están dispuestos a hacer el ejercicio honesto de darle una posibilidad a las demás visiones. Ser crítico no se trata simplemente de hallar errores o defectos, sino de poseer una mentalidad que cuestiona y analiza
buscando una comprensión profunda de los problemas, las ideas y las situaciones.
El pensamiento crítico también es una herramienta poderosa para generar soluciones. Al descomponer un problema en sus componentes fundamentales, podemos identificar nuevas formas de abordarlo y desarrollar cursos de acción para avanzar a nuestra situación deseada.
Pero aquí hay un último pensamiento que debemos tener en cuenta: la valentía para experimentar. No todas las soluciones que generamos tienen éxito. Algunas pueden fracasar. Pero eso está bien. La clave es aprender de cada experiencia y usar esas lecciones para mejorar y crecer. Nada es permanente, y el mismo fútbol tiene mil historias de caídas y levantadas. De marcadores en contra que luego tienen una voltereta.
Espero, deseo y quiero confiar en que con trabajo y participación de todos, tengamos un mejor fútbol. Pero como el deporte es metáfora de la vida, el enfoque “problem-solving” lo puedes llevar a cualquier ámbito: en tu empresa, en tu vida personal, en el deporte que practicas… Recuerda que aplicar un enfoque de resolución de problemas implica una identificación cuidadosa del problema, una resistencia a las comparaciones fáciles, y la valentía para pensar de manera lateral, crítica y decidida a experimentar.