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Una mujer en promedio utiliza 15 toallas sanitarias al mes, gasta aproximadamente en cada periodo de 30 a 50 pesos.
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La copa menstrual se comercializa en 600 pesos.
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Prudence lanzó una copa menstrual desechable que, para las consumidoras, aporta mayor cantidad de basura y es costosa.
En mercados como el de Estados Unidos, las marcas de condones más vendidas fueron Trojan, Lifestyles, Durex y Naturalamb, de acuerdo con cifras reportadas por Experian.
En México, goza de gran popularidad Prudence, especialmente porque en su búsqueda por conectar con el consumidor lanza ediciones especiales para destacar de sus competidores.
Una de sus ediciones más exitosas fue el condón Neón que lanzó el año pasado. Sin embargo, en su afán por innovar, la marca apuesta por el mercado femenino con una copa menstrual desechable.
La copa menstrual es un recipiente que se inserta en la vagina durante la menstruación para depositar el flujo menstrual y que busca sustituir a las toallas sanitarias y tampones.
Se trata de un producto que brinda a las consumidoras una nueva experiencia y la posibilidad de contribuir al medio ambiente, una característica que cada vez marca mayor diferencia en el mercado, especialmente entre generaciones como los Millennials.
Y es que una mujer en promedio utiliza 15 toallas sanitarias al mes, gasta aproximadamente en cada periodo de 30 a 50 pesos; lo que representa al año una inversión de 600 pesos anuales.
Parece poco, pero una mujer tiene un vida fértil de aproximadamente 40 años, en la cual invertirá más de 24 mil pesos en compra de toallas sanitarias.
Esto, es demasiado si se compara con la copa menstrual, que se comercializa en 600 pesos, es reutilizable y tiene un periodo de vida de cinco a diez años.
Es por ello que las críticas de las consumidoras hacia la copa menstrual desechable de Prudence apunta justamente a que la copa se creó con el objetivo de ayudar al medio ambiente y a la economía femenina, y justamente el producto desechable no cumple con ninguna de las metas, por el contrario, aporta mayor cantidad de basura y es costoso.
Ante esto, el community manager sólo atinó a responder que es decisión de las mujeres que conocen su cuerpo, utilizar la copa, pero nada concreto a las solicitudes de los consumidores.
Los usuarios de Facebook aconsejaron a la marca que despedir al Community manager y retiraran el producto del mercado, entre otras observaciones de sustentabilidad.
Este medio se puso en contacto con la marca y está en espera de su respuesta.