Es acá donde me puse a pensar, sobre todo al volver a colaborar con el Consejo de la Comunicación en la campaña de “Estoy con Guerrero”, que ahora volveremos a lanzar con más fuerza porque necesitamos la ayuda de todos, ya que esto va a seguir pasando y cada vez más fuerte. Por ello, tenemos que adelantarnos y usar el marketing y la comunicación como un motor para ayudar y concientizar.
Ok, bien, primero que nada tenemos que entender que los desastres naturales ya no son episodios aislados o sorpresivos. Las olas de calor extremo, incendios forestales, huracanes y sequías son cada vez más frecuentes y severos, alimentados por la crisis climática. Este nuevo contexto ha obligado a las marcas a replantearse su rol en la sociedad, ajustando sus estrategias de marketing para abordar no solo el impacto directo de estos eventos, sino también las expectativas de consumidores cada vez más conscientes del medio ambiente.
El despertar del marketing sostenible
Para las empresas, la sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. Los consumidores, especialmente los millennials y la Generación Z, están más comprometidos con la idea de apoyar marcas que no solo sean conscientes de su huella ambiental, sino que también actúen ante crisis inmediatas. Por eso, marcas como Patagonia, Tesla y Unilever han liderado el camino al redefinir sus mensajes a través de una óptica ambiental. Sin embargo, no se trata solo de la narrativa; el verdadero reto está en traducir esas palabras en acciones tangibles.
¿Marketing verde o greenwashing?
Mientras algunas empresas han abrazado el marketing verde de manera genuina, otras han caído en el temido “greenwashing”; es decir, hacer afirmaciones vagas o exageradas sobre sus prácticas sostenibles para mejorar su imagen pública, sin un verdadero compromiso o impacto medible. En el contexto de desastres naturales, este enfoque puede ser extremadamente contraproducente. Los consumidores, armados con más información que nunca, son capaces de detectar estas inconsistencias. Un ejemplo reciente es el de algunas marcas de moda rápida que, aunque promueven líneas “sostenibles”, siguen contribuyendo masivamente a la contaminación y al desperdicio textil.
Por eso, las marcas deben adoptar un enfoque transparente y auténtico al comunicar sus esfuerzos de responsabilidad social y ambiental. Los desastres naturales no solo exigen una respuesta rápida y humanitaria, sino también un compromiso a largo plazo con la regeneración y la sostenibilidad.
¿Cómo las marcas están respondiendo a los desastres naturales?
Recientemente, hemos visto ejemplos de marcas que han sabido adaptarse a la nueva realidad climática. Durante los devastadores incendios forestales en Canadá y Grecia, empresas como Airbnb y otras compañías locales de tecnología habilitaron plataformas para ofrecer alojamiento gratuito a los desplazados. Esto no solo ayudó a las víctimas, sino que también reforzó la percepción de estas marcas como actores sociales responsables.
Otro ejemplo destacado es la respuesta de marcas alimentarias y de bienes de consumo, como Nestlé y PepsiCo, que han donado suministros básicos durante huracanes y terremotos. Estas acciones, cuando se comunican estratégicamente, no solo generan buena voluntad, sino que también posicionan a las marcas como líderes en tiempos de crisis.
Además, muchas compañías están implementando campañas de concientización sobre cómo mitigar el impacto de los desastres naturales. Desde promover prácticas sostenibles en el día a día hasta educar a sus clientes sobre cómo estar preparados para estas eventualidades, el mensaje es claro: no solo se trata de ventas, sino de un compromiso con el bienestar de las comunidades y del planeta.
Las oportunidades de ser parte de la solución
La crisis climática también ofrece oportunidades únicas para las marcas que estén dispuestas a ser parte de la solución. Empresas como Apple, Microsoft y Amazon han puesto en marcha compromisos ambiciosos para alcanzar la neutralidad en carbono en los próximos años, con iniciativas que van desde la reducción de emisiones en sus cadenas de suministro hasta la inversión en energías renovables. Este tipo de estrategias, alineadas con una comunicación clara y coherente, pueden ser altamente efectivas para generar fidelidad entre consumidores conscientes.
En conclusión, remarco que el marketing ya no puede ser ajeno a la realidad climática. Las marcas que no adapten su mensaje ante desastres naturales corren el riesgo de quedarse atrás. No basta con donar dinero o hacer promesas vagas sobre sostenibilidad. Las marcas deben actuar con responsabilidad, transparencia y un compromiso real para enfrentar la crisis climática, no solo en su comunicación, sino también en sus operaciones. Solo aquellas que demuestren ser verdaderos agentes de cambio podrán mantener su relevancia en un mundo que exige soluciones inmediatas y efectivas ante una crisis que nos afecta a todos. Por eso aquí te dejo 5 tips:
- Sé auténtico y transparente
Las acciones deben ser genuinas y alineadas con los valores de la marca, evitando el “greenwashing”. Los consumidores valoran la sinceridad.
2. Actúa localmente, impacta globalmente
Apoya directamente a las comunidades afectadas, no solo con donaciones, sino también con soluciones a largo plazo como reconstrucción o ayuda logística.
3. Educa y empodera a tus consumidores
Ofrece información práctica sobre cómo las personas pueden ayudar a mitigar el impacto de desastres naturales y reducir su huella ambiental.
4. Alianzas estratégicas con ONGs y expertos
Colaborar con organizaciones especializadas en desastres naturales o cambio climático, fortalece la credibilidad de la marca y maximiza el impacto de las acciones.
5. Comprométete con políticas sostenibles
Asegura que las operaciones de la marca sean coherentes con un enfoque de sostenibilidad, como la reducción de emisiones o el uso de materiales reciclados.
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group
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