¿Es posible utilizar sobrante textil y convertir prendas de temporadas pasadas en un diseño de moda? ¿Se puede dar una segunda vida a camisas, pantalones, playeras o chamarras que tienen alguna tara o no se vendieron?
La industria de la moda produce al año más de 150 mil millones de prendas, que equivalen a 62 millones de toneladas de ropa y complementos. Sorprende que el 30 por ciento de ese volumen nunca llega a venderse y, por lo tanto, se convierte en un problema para muchas de las empresas del sector que deben recurrir a medidas como la quema de las prendas o el almacenamiento de estas en vertederos.
Estos procesos son característicos de las marcas que pertenecen a lo que se conoce como Fast Fashion, que tienen una capacidad de producción muy superior a otras marcas o empresas que elaboran Prêt-à-porter. Para poder producir tal volumen de ropa, se recurre a métodos de producción con pobres condiciones laborales, insumos y materiales de baja calidad y precios.
De acuerdo con la fundación Ellen MacArthur, cada segundo se quema o se arroja a un vertedero un camión con el equivalente a 2 mil 625 kilogramos de ropa. Con lo acumulado de un día se podría llenar 1.5 veces el Empire State.
Ante este fenómeno, surgen iniciativas como Fashion Green México, principal foro mexicano de estilo de vida sostenible enfocado al diseño, que lleva más de una década trabajando para difundir la sustentabilidad social, económica y medioambiental del sector de la moda.
La Organización de las Naciones Unidas define el concepto de desarrollo sostenible como “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Es decir, son empresas cuyos procesos de producción se rigen por valores como la equidad, igualdad, calidad de vida de las personas, desarrollo humano, reutilización y reciclado.
Estos elementos hacen que el proceso industrial desarrollado revierta positivamente en el entorno y la sociedad en la que se realizan, ya sea empleando a los ciudadanos de su comunidad o contribuyendo con el crecimiento económico, reforzando el tejido empresarial del lugar y reciclando o reaprovechando el sobrante de producción.
Cada vez son más los ejemplos a nivel mundial de proyectos de reciclado o reutilización de prendas de temporadas pasadas o ropa que no fue vendida. Además, legisladores como los franceses, han tomado la delantera y están elaborando un proyecto de ley, que será afectivo en 2021, con el que se prohibirá quemar o arrojar a vertederos artículo de ropa o electrónica.
Así, son varios los actores del sector de la moda, los que hacen varias recomendaciones para consumir de forma inteligente. En primer lugar, busca prendas de calidad en lugar de precios bajos, es decir, compra ropa que está hecha para durar. En segundo lugar, fíjate en aquellas empresas que son transparentes con su producción y que conocen perfectamente dónde se confeccionan sus líneas de ropa y en qué condiciones.