La buena creatividad es aplicable a casi cualquier caso en marketing, sólo hay que estar muy atentos y agudizar el ingenio.
En este caso, se trata de un ejemplo en la ciudad de Bariloche, en la Patagonia de Argentina, donde la “Asociación Civil Bicicletas por la Vida”, cansados de la alta velocidad a la que transitan los vehículos en una ruta, realizaron una particular acción.
Con elementos similares al que utilizan los encargados del control de tránsito, realizaron una simulación de control de tráfico en la ruta 82 de Río Negro. Usaron chalecos reflectantes y con secadores de cabello, apuntaban a los conductores que circulaban a alta velocidad.
“Mágicamente”, casi de inmediato, todos reducían la velocidad. Para sumar credibilidad, ubicaron una notebook sobre un auto estacionado al lado de la vía.
“Lo hicimos por el Día de la Seguridad Vial y para demostrar que los controles serios siempre son necesarios. Esta simulación la vimos en Inglaterra en una calle donde no podían lograr que la gente bajara la velocidad y siempre pensamos en hacerlo en la ruta 82, donde circulan a fondo”, dijo Martín Lambrecht, de Bicicletas por la Vida, al diario Río Negro.
Si bien la velocidad máxima en ese sector es de 60 kilómetros por hora, la mayoría de los automovilistas circulan a más de 80 y varios, a más de 120, poniendo en peligro a la población de la zona y a otros conductores.
Lo intentaron todo: reductores, lomadas, badenes, cartelería, pero no lograban que los automovilistas redujeran la velocidad. Hasta ahora, porque aunque parezca increíble, con sólo un secador de pelo, lo lograron.