Empieza 2023 y todavía hay muchos que no han entendido que la pandemia no se ha ido, es más ahora llevamos 12 semanas consecutivas al alza. Es cierto, las nuevas oleadas no han sido tan catastróficas como las de años previos, pero el problema persiste. A decir de la autoridad sanitaria, a la fecha hay 8% de ocupación hospitalaria en camas generales y 3% en camas con ventilador. 

En el martes del “Pulso de la Salud”, de la tradicional conferencia mañanera presidencial, Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, advirtió que “la noticia positiva” es que hay un gran contraste entre contagios y las hospitalizaciones y defunciones, gracias a las vacunas.

Es verdad, esto tiene mucho qué ver con el nivel de vacunación anti Covid de la población mexicana, que ronda el 93 por ciento. En otras palabras, se trata del efecto positivo de la inmunidad que otorgan los biológicos que ha comprado el gobierno mexicano desde finales de 2020.

El subsecretario añadió que esta nueva cara de la pandemia se percibe notablemente en el rubro de defunciones, donde también se observa una representación mínima, sobre todo si se compara con cualquiera de las olas previas.

Ya veremos qué sucede en las próximas semanas.

¿Se vacuna usted con Abdalá?

La polémica vacuna anti Covid cubana, la Abdalá, es el biológico que adquirió el gobierno de México para proteger a la población ante las nuevas variantes del nuevo coronavirus y, claro, las oleadas que seguirán llegando a lo largo de este año.

Para muchos, la compra de esta vacuna tiene muchos tintes ideológicos. Sin duda, como sabemos, hay una afinidad entre la actual administración de la 4T y el gobierno cubano, encabezado por Miguel Díaz-Canel, así que por ahí vino la decisión, con el fin de darle dinero, de forma legal, al gobierno de la isla.

¿Fue la mejor opción? Creemos que no, porque esta vacuna anti Covid no está aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no hay evidencia científica publicada de las fases II y III de investigación.

Es cierto, lo mismo ocurrió con otros biológicos, como el de la farmacéutica china Cansino, que se adquirió sin tener evidencia científica ni aprobación por parte de la OMS, la cual llegó con el paso de los meses.

No obstante, para quienes nos pusimos esa vacuna -el magisterio-, nos sentíamos desprotegidos, sobre todo cuando veíamos que otra parte de la población se inmunizaba con biológicos de reconocidas farmacéuticas de fama mundial, muchas de ellas “Big Pharma”.

Al respecto, el doctor Alejandro Macías, quien fuera el zar de la pandemia de influenza H1N1 de 2009, siempre dice que “la mejor vacuna es la que está disponible”, así que bajo esa premisa todos deberíamos vacunarnos, a la voz de ya, con Abdalá.

Pero otras voces críticas a la política sanitaria de este gobierno, como los doctores y analistas del sector salud Xavier Tello y Alejandro Moreno, han puesto en tela de juicio a este biológico cubano. “Si yo no se lo pondría a mi familia, no podría recomendarlo a los demás”.

Por ahora, Abdalá es el biológico que tenemos disponible para reforzar nuestra inmunidad contra el nuevo virus que recorre el mundo. Para algunos, eso es suficiente para ponérselo en cualquier Centro de Salud. “Mejor es nada”, dicen.

Para otros, en cambio, ponerse dicha vacuna no hará sino seguirle el juego a este gobierno de la 4T, quien no tuvo la inteligencia suficiente para comprar biológicos de los cuales existe evidencia científica y no hay duda de su eficacia, como los conocidos y aplicados durante esta pandemia, como los de Pfizer/BioNtech, AstraZeneca, Moderna, Janssen y otras más. 

¿Qué importa más proteger a la población mexicana o quedar bien con otro gobierno de izquierda?

El botiquín

• Desde el pasado 09 de enero, quien esto escribe envió una carta a Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura federal, con una denuncia pormenorizada de vicios, malas prácticas y corrupción en la Dirección de Medios de Comunicación del INAH, pero hasta la fecha, solo ha habido silencio, ninguna respuesta. ¿Contestarán algún día o pasará como con el tema del plagio de la tesis de la licenciatura de la ministra Yazmín Esquivel, que solo se pasan la bolita entre la UNAM y la SEP?