• Ya en otras ocasiones se ha planteado que ni anticuerpos ni vacunas podrían provocar una larga inmunidad a la COVID-19

• Esto es porque los coronavirus, la familia a la que pertenece el virus SARS-COV-2, no tienden a dejar un registro permanente

• Según Worldometers, ya hay más de 11.5 millones de casos confirmados de infección acumulados a escala global

La batalla contra la pandemia de COVID-19 todavía continúa, tal vez con más énfasis que nunca. Aún no se encuentra una vacuna o tratamiento efectivo para proteger o salvar a toda la población. Sin embargo, en muchos países ya se han comenzado procesos de reapertura para reactivar la economía y evitar una crisis económica más grave. Con este panorama, son varios los funcionarios y hasta individuos entre el público que confían en el poder de la inmunidad.

Por desgracia, hay una posibilidad que ésta no sea la respuesta a la pandemia. En entrevista con CNBC, el profesor de inmunología Danny Altman, del Imperial College of London, comentó que la COVID-19 no parece generar inmunidad. Al menos, no con la fuerza o extensión ideal para fomentar una inmunidad de rebaño. Asimismo, apuntó que aquellas administraciones que le están apostando a este fenómeno (más notablemente Suecia) probablemente no triunfarán.

Según el experto, en las ciudades y pueblos donde se han registrado brotes de COVID-19, solo entre 10 y 15 por ciento de la población es inmune al virus. Asimismo, señaló que esta habilidad para resistir a la enfermedad parece ser demasiado frágil. A su parecer, todos los anticuerpos presentes en una persona podrían conservarse durante un par de meses. Sin embargo, pasado ese tiempo, hay una alta posibilidad que sean vulnerables a re-infectarse.

Un panorama oscuro para el futuro de la COVID-19

Hay varias formas en las que los expertos, laboratorios farmacéuticos y gobiernos han tratado de resolver la pandemia. Gilead, por ejemplo, está apostando muy fuerte en remdesivir para poder dar alivio a quienes desarrollan la forma grave de la COVID-19. Agentes al estilo de J&J ya desde hace unas semanas que están en pruebas con humanos para vacunas ante el virus. Y tecnológicas como Google ofrecen recompensas a quienes diseñen plataformas de acción.

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Pero hay que volver a los descubrimientos del Imperial College of London. El término de la inmunidad de rebaño se refiere a que se generen anticuerpos contra un virus en buena parte de la población, ya sea con vacunas o dejando correr al patógeno. En el caso de la COVID-19 esto permitiría proteger a los pacientes de riesgo que no hayan sido expuestos, pues no habría personas a las cuales saltar para expandirse y crecer. Por eso esta declaración es tan grave.

Si es cierto que la COVID-19 no genera inmunidad, no solo se vuelve mucho más riesgoso dejar que el público recorra las calles libremente. Esto, porque incluso quienes ya vivieron la enfermedad podrían volver a enfermarse, potencialmente agravando el cuadro en cada nueva re-infección. También hace más difícil la creación de una vacuna. Y es que, en este contexto, se tendría que establecer un plan de inmunización recurrente, como pasa ahora con influenza.

Otros retos en el combate a la pandemia

Todavía hay mucho que no se conoce a la perfección sobre la COVID-19, en buena parte por el hecho que es una enfermedad nueva. Esto ha dificultado la reacción de los gobiernos. El rastreo de casos es crucial si se quieren reducir la expansión de la infección, pero en términos tecnológicos es un enorme reto. La proliferación de productos falsos que prometen protección contra el patógeno es otro desafío. Eso sin contar la continua alteración de las economías.

Desde una vista médica, la COVID-19 presenta cada vez más u nuevos desafíos a todos los expertos. Varios estudios señalan que, en buena parte del mundo, el sistema de salud no está listo para atender a tantos enfermos. Otros análisis reafirman que el regreso a la normalidad en medio de una pandemia puede ser un infierno operativo, con las medidas de control sanitario. Y algunos más recuerdan que, por desgracia, aún no hay fármacos comprobados para su uso.