Para nadie es un secreto. La economía familiar y del hogar será una de las grandes perdedoras. Contrario a lo que podría pensarse, el confinamiento lejos de traer ahorros en términos de movilidad o comidas fuera de casa, ha traído problemas económicos para las finanzas personas.

El problema radica en que la fuente de ingresos para el grueso de la población se mantienen detenidas, a lo que se suma el recorte salarial o bien el despido que muchas personas ahora mismo padecen.

Los números de los mexicanos

En México una gran parte de la población vive al día gracias al comercio informal. Estas condiciones impedirían suspender por completo las actividades sociales y económicas asociadas. Aunque eso no ha sucedido, es cierto que la baja actividad en las calles pega de manera directa a los ingresos de estas familias que no son pocas.

Durante el último trimestre del año, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), realizada por el Instituto de Geografía y Estadística (INEGI), en el país se reportó que se sumaron 31.3 millones de personas al sector informal, cifra 2 por ciento mayor respecto al mismo periodo de 2018. Un segmento mayor de la población encontró en la informalidad una opción para generar ingresos.

A esto se suman las dificultades que las pequeñas y medianas empresas enfrentarían con un paro de labores obligado. Sus ventas, ingresos y por tanto su rentabilidad estarían en riesgo.

Recordemos que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las micro, pequeñas y medianas empresas generan 72 por ciento del empleo y 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país. En México hay más de 4.1 millones de microempresas que aportan 41.8 por ciento del empleo total.

A penas para vivir menos de 15 días

Las afectaciones al bolsillo personal ya son claras para los mexicanos. De esta manera se estima que 8 de cada 10 personas en el país aseguran haber visto afectada su economía a causa de la emergencia sanitaria.

Estas son las conclusiones entregadas por una encuesta nacional firmada por Consulta Mitofsky, misma que detalla que para el 47.5 por ciento de los encuestados la afectación ha sido grave, mientras que para el 35.5 por ciento los efectos han sido “algo” evidentes. Con estas cifras, no resulta extraño que 93 por ciento de las personas asegure que el brote de COVID-19 afecte mucho su economía.

Más preocupante es reconocer que la mayoría de los mexicanos asegura no tener dinero suficiente para solventar sus gastos básicos por más de 30 días.

De manera puntual, el 39.5 por ciento indicó que el dinero que tiene le alcanza para menos de 15 días, 34.1 por ciento mencionó que le alcanza para entre 15 y 30 días, 13 por ciento afirmó que le alcanza hasta para 3 meses, mientras que apenas 2.4 por ciento señaló que tiene para un periodo de 3 a 6 meses.

El desafío para las marcas

Con estos números el reto para las marcas es evidente. Se enfrentarán a un consumidor mucho más cauteloso que medirá en excesos sus compras y que se olvidará de las marcas a la hora estar frente al anaquel.

El precio más que nunca definirá las decisiones de compra, lo que supone que la lealtad de marca se perderá.

Comunicar los valores históricos de las firmas será de especial relevancia en estos momentos. Las firmas necesitan conectar con sus audiencias desde otra perspectiva y tener un plan contingente para una guerra de precios que está por desatarse.