“Cositas” reapareció en el mercado de medios y lo hace dentro de una campaña donde asegura que la audiencia a quien está dirigida el anuncio es a los “chavorrucos”, que solían ver sus segmentos de manualidades.
“Hola, cuanto tiempo sin vernos, ya veo que son unos chavorruquitos, yo los he extrañado, pero veo que no han cambiado mucho, siguen siendo unos niños, al menos por dentro”, dice Cositas en su anuncio.
El marketing de nostalgia que nos recuerda esta pieza nos lleva a cuestionar sobre la importancia de las emociones y el recuerdo, como ingredientes invaluables para el diseño de una estrategia.
La mercadotecnia de nostalgia se ha convertido recientemente, en una efectiva estrategia no solo dentro del mercado de consumo, sino en industrias como la de medios, donde reina la producción de contenidos, tal como ha ocurrido con Netflix y el relanzamiento de la serie Gilmore Girls, originalmente producida por The WB y The CW Television Network.
Apostar por el marketing de nostalgia
Han sido diversas industrias las que han apostado por el marketing de nostalgia. En China, Pepsi lo hizo con una campaña que se remontó a la década de los ochenta, cuando el refresco arribó al país asiático y desde entonces hizo una retrospectiva en la que muestra la presencia de la marca en diversos momentos del consumidor en ese país.
La campaña, con más de cuatro minutos de duración, buscó exponer la relación de la bebida con ese mercado oriental.
Otro ejemplo ocurrió con Chevrolet, que no recurrió a una campaña sino al lanzamiento de un producto como Cavalier, uno de los automóviles insignia de la marca.