La Corte Suprema del Reino Unido determinó este martes que el Parlamento británico debe votar si el gobierno que encabeza la primera ministra Theresa May puede iniciar el procedimiento de salida de la Unión Europea (UE).
La votación del tribunal fue de ocho de sus miembros a favor y tres en contra, según reportes de medios británicos. La decisión señala que no es necesario que el Parlamento de Escocia, y las Asambleas de Gales e Irlanda del Norte se pronuncien sobre el tema.
El presidente de la Corte recordó que el Reino Unido se unió a la Unión Europea con una ley aprobada por el Parlamento y debe abandonarla también con autorización del Parlamento.
El gobierno británico pretendía utilizar sus poderes especiales para abandonar la Unión Europea sin someterlo a votación.
El presidente de la Corte Suprema, el máximo organismo legal del Reino Unido, indicó que los procedimientos de salida no tienen nada que ver con el resultado del referendo, en el que una mayoría votó en favor de salirse de la UE.
La determinación va en contra del deseo de May de iniciar el procedimiento de salida de la UE sin mayores consultas.
Implica que la Cámara de los Comunes podría hacer algún tipo de ajustes al proyecto de la primera ministra, aunque de acuerdo con la cadena BBC, no se espera que la fecha límite fijada por May del próximo 31 de marzo, vaya a sufrir alguna demora.
Por su parte, el Procurador General británico, Jeremy Wright, reconoció la contrariedad gubernamental por la decisión de los magistrados, pero dijo que desde luego que el gobierno cumplirá con la determinación del tribunal.
Reino Unido decidió en referendo el 23 de junio salir de la Unión Europea, para lo cual debe de iniciar una serie de procedimientos que de acuerdo con el gobierno británico, no necesitaban alguna otra autorización.
La decisión judicial se da a tres días del encuentro entre May y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aplaudió la salida británica de la UE.
En su reunión de este viernes en Washington, se espera que Trump ofrezca a May la negociación de un acuerdo comercial bilateral que ayude a la salida británica de la UE.