“Otra victoria como ésta y volveré solo a casa” Pirro, rey de Epiro.
Para los que gustamos del Futbol Soccer como para los que no, es importante adentrarse en esta experiencia televisiva del juego en la llamada “Copa Oro”, entre las selecciones de México y Panamá, celebrado en el “Georgia Dome” de Atlanta, USA, el miércoles 22 de julio del 2015, y al hecho de haberse proclamado campeona la “Selección de México” ante la de Jamaica, victoria que tiene “sabor amargo”. Ha sido un “Victoria Pírrica”, que podría echar por tierra una reputación, soportada por una inversión millonaria. Todo esto con una gran moraleja para las personas, las familias, instituciones de la sociedad civil y las organizaciones.
Antecedente
En breve relato podemos decir que el equipo de Panamá con 10 jugadores desde el minuto 25´ del primer tiempo fue superior; como dirían los expertos “línea por línea”, “jugador por jugador”, tanto en su juego, como en su actitud. En forma por demás asombrosa el árbitro del partido Sr. Mark Geiger, de nacionalidad estadounidense, marca en el minuto 89′ un penalti por una supuesta mano del capitán Román Torres de Panamá, lo que permite a México ir a los llamados “tiempos extras”. Andrés Guardado, jugador por México, anotó el gol de la “Pírrica Victoria”. El director técnico de Mexico Miguel Herrera, raro en él, no festejó. Se quedó al lado de la banca.
Un mar de fondo
La CONCACAF que es la agrupación que integra futbolísticamente a los países de centro y norte de américa no podía permitirse perder “la danza de los millones de dólares”, en una final de “La Copa de Oro” con un juego Jamaica Vs Panamá, cuando lo esperado era México Vs USA.
Hugo Sánchez, exjugador mexicano del Real Madrid, ganador 5 veces del “Pichichi”, máximo reconocimiento futbolístico en España, comento en el noticiero de Javier Solórzano, el pasado lunes 27 de este mes de julio, acerca de las investigaciones contra la Federación Internacional de Futbol Asociación, conocida ampliamente por sus siglas FIFA, reflejadas en el Libro “Tarjeta Roja”: El libro secreto de la FIFA (sobornos, manipulación de votos y escándalos con las entradas) el libro que la FIFA trató de censurar. Fue escrito por el galardonado periodista Andrew Jennings.
Victoria Pírrica
El atropello y firme preocupación está en el hecho de haber puesto en juego valores sumamente significativos que concurren en una actividad tan noble como lo es el deporte, en este caso el fútbol, máxime cuando sus integrantes se convierten en figuras, imágenes para millones de personas, niños, niñas, mujeres hombres de todas edades, creencias religiosas, razas, dogmas políticos, siendo el futbol como la fusión que en forma natural permite una comunicación entre todo este mosaico de seres humanos, en este planeta llamado tierra, y que da al practicarse da un respiro de 90 minutos, a verdaderas tensiones que vivimos día con día, permitiendo tener una catarsis a través del juego y la oportunidad de vencer al rival de manera civilizada, aunque llega haber ocasiones que no es así.
Una victoria pírrica es aquella que se consigue con muchas pérdidas en el bando aparentemente o tácticamente vencedor, de modo que aun tal victoria puede terminar siendo desfavorable para dicho bando; el nombre proviene de “Pirro, Rey de Epiro”, quien logró una victoria sobre los romanos con el costo de la vida de miles de sus hombres.
Se dice que Pirro, al contemplar el resultado de la batalla, dijo “Otra victoria como ésta y volveré solo a casa” y éste podría ser el caso de la llamada selección mexicana y de su director técnico Miguel Herrera. Estas personas se convierten en símbolo que provoca la imitación del equipo y/o de uno o varios jugadores por parte de los aficionados, los seguidores. En este caso la conciencia de parte de los aficionados se transformó en enojo y los llamados “memes” hicieron su aparición de inmediato.
Falta de valores o antivalores que concurrieron en la decisión
En la decisión equivocada del árbitro, ya comentada anteriormente, y cínicamente reconocida en rueda de prensa por el propio Miguel Herrera “El Piojo” director técnico de la selección mexicana, concurren una serie de falta de valores que, si los dimensionamos en el quehacer diario de niños, jóvenes, adultos que siguen con interés y pasión este “deporte”, llamado por comentaristas deportivos el “El juego del Hombre” nos deben preocupar.
“El Piojo”, reconoce que los errores arbitrales lo favorecieron y asegura que “su equipo está molesto por ganar con un penalti que no existió; no es lo ideal ganar así”, confirmó “Uno piensa en ganar como sea”
Ante este el mismo hecho Hugo Sánchez, comentó: “lo correcto hubiera sido que Guardado, entregará el balón al equipo contrario, o fallara intencionalmente le penalti”, confirmamos esta expresión de Hugo, y con admiración, varios videos en YouTube, que nos muestran casos reales en torneos de futbol como la “Bundesliga de Alemania” en dónde el honor, respeto, honestidad, priva entre los jugadores de ambos bandos cuando se presentan situaciones como las referidas en esta colaboración entre México y Panamá,
Reflexión
No dejemos pasar este acontecimiento, el cual puede tener incidencia en la mente de nuestros niños y jóvenes, ellos futuros dirigentes de instituciones, organizaciones; llevemos este acontecimiento a nuestros hogares, con nuestros hijos, a las organizaciones ante nuestros colaboradores, seamos enérgicos en el cumplimiento de los valores básicos, de lo contrario situaciones como ésta se verán como algo natural, y en el largo plazo sentarán sus reales en nuestra sociedad, qué para ser honestos “poco nos falta”.
Hoy día en el deporte en general como en los negocios, las decisiones se basan en conceptos financieros como lo es la rentabilidad, sin embargo, si queremos tener una sociedad sana y sobrevivir, los valores familiares, corporativos o empresariales, siempre deberán estar por encima de los intereses económicos y comerciales. Así que ahora, cuando alguien dice que: es una victoria pírrica, quiere decir que es una victoria ganada a un costo demasiado grande y vergonzoso”, o sea “Victoria con sabor amargo”, y esto es puramente una cuestión de valores; al final, tarde que temprano, “todo por su peso cae”.