Para las empresas abrir un perfil en Redes Sociales es fácil y gratis, pero a partir de ahí, se requiere de trabajo y planeación para que éstas rindan frutos.
En mi experiencia he visto que muchas empresas sobre todo PYMEs, ven como un éxito el simple hecho estar presentes con un perfil en Redes Sociales, y no alcanzan a ver lo que pueden lograr con una estrategia diseñada para este medio.
Mientras que una persona puede hacer lo que quiera con sus perfiles, y su único objetivo puede ser recreativo o de comunicación; para una empresa, el utilizar Redes Sociales debe de de hacerse de una manera planeada y organizada, determinando de entrada los objetivos tanto de comunicación, como de marketing, para que la comunicación que se genere le aporte algo al negocio, y es justo ahí donde entra la conversión como métrica.
Como en otras actividades, la conversión es pasar de un lugar o estado a otro diferente, pero relacionado con el original. Aplicado a marketing digital, la conversión se refiere a lograr que la audiencia haga algo en concreto.
Es muy común pensar que la conversión debe representar una venta, lo cual no siempre es el caso, ya que por lo general las acciones de marketing y publicidad no son controladas y vinculadas directamente con las acciones de ventas. En concreto, ni el publicista, ni el community manager venden, pero si facilitan y estimulan la venta por medio de su trabajo.
Podría decir que el marketing y la publicidad llevan a los posibles clientes al negocio, pero alguien adentro tiene que hacer esa labor de venta, ya que la publicidad por si sola no hace todo el trabajo.
Para que se de una venta, antes se deben de dar varios pasos, como lo ejemplifica el modelo AIDA, donde se plantean 4 etapas: Atención, Interés, Deseo y por último acción.
Estos cuatro pasos muestran el proceso que sigue una persona para considerar una marca después de haber visto su publicidad.
Partiendo del punto de que la conversión no es forzosamente una venta, podemos entonces determinar cuales serán los pasos previos que necesitamos cumplir para que al final logremos vender.
Por ejemplo, la métrica de conversión para una escuela podría ser el recibir solicitudes de inscripción o de examen de admisión.
Para una pizzería podría ser el recibir llamadas interesadas por la pizzas. Para una tienda en línea su métrica de conversión podría ser el recibir tráfico en el sitio web.
Los ejemplos anteriores son exacto un paso antes de la venta, y requieren de otro proceso adicional para poderla concretar, y es ahí donde el área de ventas tiene que trabajar.
Aplicado a Social Media, a menos que mi métrica de conversión sea lograr Brand Awarness, el Like no me aporta al negocio, no lo minimizo, ni digo que sobre, pero al menos para los objetivos de la empresa no aporta, de ahí que es necesario encontrar la métrica de conversión para cada organización, ya que en cada caso es diferente.
Cada empresa tiene que encontrar cual es su conversión, y a partir de ahí diseñar las acciones concretas que le permitan alcanzarla. Lo que funciona para el de enfrente, no forzosamente servirá para mi, en esta industria cada quien necesita un traje a la medida.
El conocimiento que no se comparte, pierde por completo su valor