Internacional.- Este viernes el ex corredor de los Ravens de Baltimore Ray Rice ganó la apelación que interpuso en en contra de la suspensión por tiempo indefinido que pesaba en su contra por lo que puede volver a jugar futbol americano, y si bien la ley le ha otorgado completa libertad para contratarse con cualquiera de los 32 equipos de la NFL, es muy probable que el marketing se lo impida.
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Más allá de la calidad que pueda tener el jugador (y vaya que la tiene), el problema para que éste pueda contratarse con algún equipo radica en el impacto negativo que esto tendría en la imagen del equipo en cuestión debido al video que provocó su castigo, en el cual se muestra a Rice noqueando a su ahora esposa con un puñetazo al rostro.
De tal modo, es poco probable que cualquier equipo (no importando cuan necesitado se encuentre de un buen corredor) contrate a Rice considerando que dicho video no sólo provocó su salida de los Ravens, sino también la rescisión de contrato por parte de las marcas que lo tenían como embajador de marca (entre ellas Nike).
Pero el impacto negativo generado por el video de Rice no se limitó a sus persona, sino que incluso tuvo repercusiones negativas para la NFL, quien además de perder patrocinadores como Crest a raíz del incidente y fue seriamente cuestionada por el posible encubrimiento dicho acto.
Tan sólo para darnos una idea de la percepción negativa que se generó en torno al corredor, luego de que el video se hiciera público los Ravens ofrecieron a sus aficionados la posibilidad de intercambiar sus jerseys con el dorsal de Rice por uno nuevo, oferta que atrajo a un total de 8 mil 55 aficionados a las puertas del M&T Bank Stadium.
De tal modo podríamos considerar que cualquier equipo que decida contratar a Ray Rice no sólo estaría tomando una decisión sumamente arriesgada, sino que quizás estaría cometiendo un suicidio mercadológico, sobre todo ante el creciente interés del público femenino en la NFL.