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Algunos empleados sugieren que Facebook no ha respondido a sus dudas por miedo a la prensa
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Esto, porque supuestamente la marca sabe que tarde o temprano sus respuestas van a filtrarse a la prensa
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La informaciĆ³n original proviene de Workplace, una red social interna para los empleados de la organizaciĆ³n
Twitter hizo historia esta semana al censurar dos series de tweets del presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump. El primero fue un hilo sobre la presunta facilidad que el mĆ©todo por correo daba al fraude electoral, algo que la red social calificĆ³ de fake news. Hace unos dĆasĀ tambiĆ©n prometiĆ³ detener las protestas por la muerte de George Floyd de forma contundente, lo que la marca considerĆ³ glorificaciĆ³n de la violencia. Zuckerberg criticĆ³ ambas decisiones.
Pero resulta que la posiciĆ³n del lĆder de Facebook no corresponde a lo que todo el personal de la marca siente al respecto. De acuerdo con The Verge, hay una mini-rebeliĆ³n entre las filas de la red social donde se exige a la compaƱĆa a seguir el ejemplo de su rival, Twitter. Todo indica que la compaƱĆa envĆo un correo a sus colaboradores hace unos dĆas sobre la explicaciĆ³n tras la neutralidad de Zuckerberg y el resto de la empresa. A muchos no les cayĆ³ bien esta noticia.
De hecho, muchos colaboradores le han exigido a la marca rectificar cuanto antes su postura en torno a la neutralidad polĆtica. Un empleado escribiĆ³ que el panorama pinta para un periodo controversial de elecciones este noviembre. Y que si la marca no decide tomar un rol distinto, āla historia no nos juzgarĆ” amablementeā. Parece que varios colaboradores tratan de hacerse escuchar y entender la lĆ³gica de la red sobre reglas comunitarias, sin respuesta satisfactoria.
La responsabilidad de la marca
RĆ”pidamente la situaciĆ³n social en EEUU estĆ” escalando en gravedad, obligando a mĆ”s de una marca a abrirse sobre su postura ante las audiencias. Google, como Facebook, parece haber adoptado una visiĆ³n mucho mĆ”s neutral, tomando una distancia entre su negocio y el problema de fondo. Por su parte, Netflix denunciĆ³ fuerte y claro su disgusto ante la situaciĆ³n, pero sin una actitud suficientemente proactiva. Adidas y Nike han cerrado filas en su mensaje.
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Hay que reconocer que la visiĆ³n de Facebook es entendible. Ya en otras ocasiones, como en el caso de los deepfakes, ha tratado de mantenerse neutral hasta que no quedĆ³ mĆ”s remedio que atender la situaciĆ³n. Parece que la marca estĆ” adoptando una filosofĆa similar esta vez. Y es entendible que asĆ sea. Como una de las mayores plataformas publicitarias en el mundo, no puede ir en contra de muchos intereses. Sin embargo, en reputaciĆ³n no es una gran estrategia.
Desde hace meses que Facebook quiere armar una imagen de marca centrada en comunidad. Pero la postura de la marca en torno al discurso polĆtico hace que sea claro a todo el entorno que su intenciĆ³n no es conectar con su audiencia. Sus intereses son, antes que nada, del tipo econĆ³mico. No serĆa un asunto, si no fuera porque sus acciones y su estrategia de marketing estĆ”n en directa oposiciĆ³n. La red social estĆ” en la peor posiciĆ³n posible: La de una hipĆ³crita.
Congruencia en el discurso
La marca de Mark Zuckerberg tiene que aprovechar este momento de enorme tensiĆ³n sobre su negocio para definir correctamente su misiĆ³n y camino a futuro, sea cual sea. No solo por el hecho que la congruencia es uno de los valores mĆ”s buscados por los consumidores. TambiĆ©n porque las personas han demostrado no tener piedad contra los agentes que no cumplen con sus estĆ”ndares. Algo aĆŗn mĆ”s claro entre los millennials en el tema de responsabilidad social.
Pero en el caso de Facebook, la situaciĆ³n de la marca es mĆ”s urgente por la presiĆ³n misma que muchos expertos ponen en este mercado. De acuerdo con The Atlantic, estos sitios son los responsables de arruinar el discurso polĆtico que predominaba en el pasado. El New Yorker no ve con buenos ojos la presencia de publicidad de candidatos u otros agentes de gobierno en redes sociales. Forbes incluso sugiere que podrĆan estar agravando la divisiĆ³n del pĆŗblico.