Contenido efímero, la temporalidad como engagement

En el mundo digital actual, la fugacidad se ha convertido en una forma única de conectarse y compartir. Plataformas como Instagram y Snapchat han encabezado la revolución del contenido efímero, brindando a los usuarios la oportunidad de compartir momentos instantáneos que desaparecen en el tiempo.

La funcionalidad de stories en Instagram y la esencia misma de Snapchat han transformado la forma en que compartimos nuestra vida en línea. Y es que la temporalidad de estas publicaciones ha generado una sensación de urgencia y autenticidad.

De hecho, las empresas de marketing y publicidad online no han podido resistirse a sus encantos. Y es que marcas de ropa deportiva, moda o belleza están liderando el camino en términos de adopción de la aplicación, ya sea de forma directa o a través de la contratación de influencers, lo que incluso vislumbra que los ingresos de Snapchat podrían aproximarse a los 15.000 millones de dólares en 2027.

Es importante mencionar que el precursor del contenido efímero fue precisamente Snapchat. Tras su éxito, Instagram lanzó sus stories en 2016, inspirado en gran medida en una de las características más populares de la plataforma de Evan Spiegel y, poco después, Facebook hizo lo propio con las suyas. En febrero de 2017 WhatsApp implementó los estados, muy similares a las historias, en otro intento por relevar a Snapchat como plataforma líder de los vídeos efímeros.

Por otro lado, el contenido efímero se destaca por su naturaleza auténtica y espontánea, es por eso que las marcas han reconocido el poder de esta autenticidad, optando por compartir momentos detrás de escena, promociones exclusivas y vistas previas limitadas para humanizar su presencia en línea.

Aunque la temporalidad prácticamente crea una sensación de urgencia entre los espectadores. Saber que el contenido no durará mucho tiempo motiva a las audiencias a estar más comprometidas y atentas, es por eso que las marcas utilizan esta psicología para generar interacción inmediata y participación activa.

Cabe destacar que las funciones efímeras fomentan la construcción de comunidades temporales. Las marcas pueden crear campañas centradas en eventos efímeros, como lanzamientos de productos o eventos en vivo, generando un sentido de pertenencia exclusivo para aquellos que están presentes en ese momento fugaz.

Mientras que la analítica en tiempo real ha permitido a las marcas medir el impacto de su contenido efímero de manera inmediata. Esto claramente proporciona una valiosa retroalimentación y la capacidad de ajustar estrategias en el momento, optimizando así la efectividad de las campañas.

Y es que de acuerdo con Mav Social, para los mercadólogos es crucial tener un buen nivel de engagement con la audiencia, es por eso que para el 64 por ciento es un indicador de éxito fundamental respecto a sus campañas. En este sentido, el contenido efímero puede ser una de las mejores herramientas de conexión, en especial por el fenómeno FOMO –Fear of Missing Out-. El miedo a perderse algo por parte los usuarios, prácticamente los obliga a estar pendientes todo el rato y a conectarse cada cierto tiempo para revisar si las marcas o sus influencers favoritos han publicado algo nuevo. Esto supone un reto importante para los generadores de contenidos porque cada vez es más complicado estar en la cima.