
La inflación, el temor a no cubrir los gastos mensuales y la búsqueda constante de promociones han transformado los hábitos de consumo en México. El consumidor en 2025 ha evolucionado hacia un perfil más digital, analítico y estratégico, priorizando el ahorro y la comparación de precios antes de adquirir productos o servicios.
Esta tendencia ha impulsado el crecimiento del comercio omnicanal, donde la investigación digital y la compra física se complementan.
Cada vez más mexicanos se toman el tiempo de buscar precios en línea antes de acudir a una tienda, comparar marcas y optar por métodos de pago que les ofrezcan control financiero.
Además, el uso de pagos en cuotas se ha normalizado, especialmente entre quienes enfrentan dificultades para cerrar el mes.
El panorama económico influye en estas decisiones. Aunque el 73% de los mexicanos se muestra optimista sobre el futuro, un 48% teme que la inflación impacte negativamente en su economía y el 44% considera que sus ingresos no alcanzan para cubrir todos sus gastos.
Por ello, ha obligado a las familias a buscar canales de compra más eficientes, diversificar sus puntos de adquisición y priorizar la funcionalidad por encima de las marcas.
Este es el consumo de los mexicanos
En este contexto, ShopApp, plataforma de inteligencia de consumo, dio a conocer los resultados de su nuevo estudio sobre comportamiento de compra en México.
El informe revela que el 75% de los consumidores mexicanos realiza compras para el hogar en al menos tres lugares distintos cada mes, lo que refleja un alto grado de planificación y análisis.
Uno de los hallazgos más destacados es que el 85% compara precios en línea antes de comprar, y el 63% hace investigación digital antes de acudir a una tienda física. Este comportamiento aplica especialmente en categorías como tecnología, ropa y productos de cuidado personal.
La tarjeta de débito se mantiene como el método de pago más popular, utilizada por el 78% de los encuestados. Sin embargo, el uso de sistemas de financiamiento también crece: el 40% afirma que logra cubrir sus gastos mensuales gracias a los pagos en cuotas, demostrando que este modelo ya forma parte de la economía cotidiana.
Cuando se trata de fidelidad a marcas, productos como toallitas higiénicas, pañales, lácteos y artículos para el cabello muestran un alto nivel de lealtad. En contraste, categorías como abarrotes, papel higiénico y golosinas son más propensas a que el consumidor cambie de marca si no encuentra la que busca.