La semana pasada me invitaron a grabar un podcast que busca transmitir los beneficios y características más relevantes de un sistema agronómico para la producción de maíz llamado VITALA y me gustó mucho la experiencia (aquí les dejo el link) pues además de que fue una conversación con tintes de entrevista, se realiza bajo la conducción de parte del equipo de AgroMarketing y eso lo hace más espontáneo.
El insight en el cual se basa la iniciativa, es el tiempo que nuestros clientes (agricultores) pasan solos en su vehículo al momento de trasladarse para atender sus parcelas y llevar a cabo múltiples gestiones durante una temporada agrícola, por lo cual es un momento ideal para compartirles contenidos de valor.
Si bien esto pareciera competir exclusivamente con el radio o la música de diferentes plataformas, en realidad es parte de todo un ecosistema de contenidos creados en la época de pandemia que, por su portabilidad y accesibilidad, todas las marcas casi sin excepción tienen disponibles.
¿Cuánto es mucho?
Para nadie es un secreto que algunas de las más sencillas interacciones que teníamos las personas antes de la aparición de la pandemia por COVID-19 tales como la micro conversación al servirnos una taza de café, levantarnos de nuestra estación de trabajo para hacer una consulta con algún compañero o conversaciones personales y laborales a la hora de la comida, fueron sustituidas por una reunión.
Y lo mismo ocurrió con los clientes, pues los lanzamientos de producto, presentación de condiciones comerciales, entrenamientos técnicos, etc., se convirtieron en sesiones que tenían distinto nivel de complejidad para su realización que iban desde la estabilidad del servicio de internet y hasta las barreras determinadas por el perfil de quienes tenían que conectarse pues debo ser franco, estimado lector, en el sector agrícola nos enfrentamos a desafíos con los clientes que por su edad, escolaridad, necesidades, etc., probablemente no eran relevantes para otras industrias. Un ejemplo de ello era el tiempo que llegaban a tardar para conectarse si el inicio del evento suponía un registro previo.
Sin embargo, el colapso silencioso llegó en el momento en el cual todas las marcas, proveedores y hasta familiares nos comunicábamos mediante una conferencia y tomar una llamada telefónica era rarísimo.
La competencia por la atención es una batalla que aun se libra en distintos escenarios y aunque cada persona decidirá a qué tipo de contenidos prestará su atención, el verdadero riesgo está en la saturación del cliente pues esta puede llegar antes que nuestros contenidos y no importará la creatividad, intención o claridad con la cual fueron construidos sino la oportunidad para hacerlas llegar ante la mirada de un cliente cansado.
El futuro de los contenidos digitales
No todo es oscuridad. La normalidad como la conocíamos, no volverá pues es innegable el ahorro de tiempo y dinero que representa para todos, la manera de comunicarnos y “asistir” a distintos compromisos y aunque hay un debate en progreso, personalmente creo que la productividad no se ha visto afectada pues incluso pudo haber incrementado en ciertos sectores tal como lo consigna una nota del periódico El Financiero , aunque luego trataremos sobre el impacto emocional y psicológico.
Con casi dos años de experiencia, la audiencia será más selectiva y sin duda, más severa para dar acceso a su agenda porque hay que considerar que las razones que tenemos para comunicar un contenido no necesariamente son las mismas para consumirlo y la competencia sucede ya tanto en la realidad como en el ambiente digital/virtual.
Y como en todo proceso de alta competencia (al menos por cantidad), la pelea por la atención de nuestros clientes nos llevará a afinar la puntería de la línea narrativa, así como el análisis detallado de la frecuencia, duración y calidad de nuestros mensajes sin dejar de lado que los recursos creativos son más necesarios que nunca.
Sembrando reflexión
La realidad nos ha mostrado que es verdad que las crisis traen consigo oportunidades y hoy tenemos un inigualable disparador para que quienes tenemos el placer de tratar con clientes, demos un extra para crear valor en las interacciones con el cliente y sin duda alguna lograr impactar y conquistar su preferencia.
Hoy todos podemos evaluar sin problema si lo que estamos ofreciendo suma o resta pues, a fin de cuentas, también estamos encerrados y buscamos liberarnos de la pantalla… aunque sea un poquito para encontrar un nuevo equilibrio.
Agradezco como siempre que se de el tiempo de leer, comentar y compartir esta columna y lo espero en @soyjuanbecerril en Twitter, Facebook o Instagram y en mi canal de YouTube para seguir compartiendo puntos de vista.