MĆ©xico, DF.- Un modelo alternativo de economĆa conocido como consumo colaborativo ofrece facilidades para quienes tienen una propiedad y desean sacarle provecho y, a su vez, ayudar a los viajeros a encontrar hospedaje seguro y segĆŗn los gustos.
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La empresa Airbnb ha aprovechado este esquema a nivel mundial para ofrecer como opciĆ³n de hospedaje una casa o departamento y convertir al dueƱo en anfitriĆ³n y poder recibir a personas de diferentes lugares del planeta.
De acuerdo con Jordi Torres Mallol, gerente general para AmĆ©rica Latina de Airbnb, el consumo colaborativo āes una manera muy tradicional de compartir un recurso, Airbnb ha sabido definir un modelo que apalanca tecnologĆa a nivel global, pero que el impacto sigue siendo localā.
āHarĆ” pocos aƱos se concebĆa como un modelo econĆ³mico muy alternativo, algo que no era escalable y que simplemente lo utilizaba gente que renunciaba a los estĆ”ndares del capitalismo. El poder de internet ha dado eficiencia a este modelo econĆ³mico que ahora mĆ”s que nunca es una realidadā, dijo Jordi Torres.
La empresa cuenta actualmente con 600 mil usuarios en todo el mundo, quienes pueden rentar desde un sillĆ³n hasta una mansiĆ³n, castillo o isla a alguien que busque alojamiento, lo que abre oportunidades para obtener ingresos y conocer personas de otras culturas.
Airbnb cobra el 3 por ciento del costo de la reservaciĆ³n a los anfitriones, con la finalidad de cubrir el costo de la transacciĆ³n, ademĆ”s de entre un 6 y 12 por ciento a los huĆ©spedes, segĆŗn el costo de la reserva.
Jordi Torres refiriĆ³ que con este modelo y bajo estas tarifas se impulsa ademĆ”s la economĆa local de las ciudades donde se realizan las reservaciones.