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La historia en que un consumidor exhibe la entrega de un dispositivo comprado en Sanborns, nos recuerda el desafío que sigue existiendo en comercio electrónico, sobre todo en logística y delivery.
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La denuncia a Sanborns nos recuerda que se trata de una de las tiendas líderes en comercio electrónico dentro de México, sin embargo este peso no lo ha logrado trasladar a mejoras en su experiencia de compra que ofrece.
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La compra de dispositivos como un Samsung Watch es parte de la tendencia en el mercado de comercio eléctrico.
Una denuncia a Sanborns ha ocurrido tras una pésima entrega que se ha convertido en la pesadilla para un consumidor, quien pasó de vivir la expectativa de una buena compra en la tienda, a un fatal momento tras recibir su Samsung Watch abierto, con lo que sin lugar a dudas se comprueba lo importante que es entender el mercado y no solo eso, definir con tareas cada vez más relevantes, el papel de una marca cuando ofrece una experiencia de comercio electrónico.
Con esto en mente se vuelve tremendamente importante identificar los elementos que ayudan a un retail a escalar en el mercado, sobre todo cuando deja de vivir los errores que por años acompañan a temporadas como el Buen Fin, las compras de fin de año, en fin, cuando se aprende la lección la marca trasciende.
Una denuncia a Sanborns que acabó en acoso
El usuario de Twitter Pablo Saldana escribió en la red social un lamentable caso donde exhibía la entrega de un Samsung Watch cuyo empaque se encontraba abierto, vulnerando con ello la garantía de que recibía un dispositivo nuevo o en buen estado.
La queja mostraba la caja del equipo con la etiqueta de garantía violada y con ello cuestionaba a Profeco, sobre el procedimiento a seguir ante una entrega de este tipo, acusando a Sanborns de la pésima experiencia.
“Oye Profeco, ¿qué se tiene que hacer si Sanborns envía productos abiertos?”, cuestionó el usuario en Twitter. Tras su publicación recibió contestación tanto de Profeco, dándole indicaciones para proceder con una queja, como por parte de Sanborns, indicándole los medios para seguir la comunicación a su queja.
Lo que también recibió el denunciante ha sido el acoso de un consumidor identificado como PC, quien le criticó haber recibido un producto que se encontraba con sus etiquetas vencidas.
Tras la crítica del consumidor, Pablo lamentó que se sumara a una conversación ajena y le aclaró que al tratarse de un pedido por internet este venía en una caja, lo que impedía ver si se encontraban sus etiquetas vencidas.
El acoso continuó contra el denunciante, aclarándole que al hacer públicas sus preguntas se enfrentaba a respuestas de desconocidos.
La denuncia:
Oye @Profeco ¿qué se tiene que hacer si @solosanborns envía productos abiertos? pic.twitter.com/rUpphoYMiw
— Pablo Saldana (@PabloSaldana17) November 17, 2021
Que terminó en acoso:
No tengo idea de quien eres ni mucho menos que haces contestando cosas ajenas. Pero si alguna vez has pedido por internet sabrás que los productos vienen en una caja externa, donde claramente no se ve que la caja del producto estaba abierta
— Pablo Saldana (@PabloSaldana17) November 17, 2021
Si no quieres respuestas de desconocidos no hagas tus preguntas y/o quejas públicos.
— PC (@pablov68) November 17, 2021
Más allá de la denuncia que culminó con la queja ante la Profeco, pues el usuario afectado confesó que Sanborns se negó a realizarle cambios, lo importante en este incidente es cómo los consumidores se convierten en los más serios críticos ante la petición o denuncia de otro consumidor.
La cultura de consumo está tremendamente desafiada por este tipo de incidentes en redes, donde no solo hemos visto el acoso ante una queja por pésima entrega de producto, también hemos visto el ataque que un simple tweet escrito a Ricardo Salinas provoca contra usuarios en redes, por solicitar apoyo para conseguir un plástico de Banco Azteca y poder participar en la preventa del concierto de Justin Bieber.
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