México.- Hay empresas que durante su primer proceso de selección no consideran solamente el CV de los postulantes, sino que piden la inclusión de una carta de motivos. Hay quienes ante la creencia de que el proceso solamente constará de recepción de CV y la entrevista, entran en pánico al momento de escribir una carta de motivos. En internet existen muchos tutoriales en este sentido, aunque la gran mayoría de ellos se centran solamente en indicarte que hagas un resumen narrativo de tus logros anteriores. La carta de motivos perfecta es mucho más que eso.

Más notas relacionadas:
Las características detrás del e-mail perfecto
3 palabras que todo profesional del marketing debe incluir en su CV
12 Tips para generar un buen CV marketero

En primer lugar, tienes que responderte tú mismo las siguientes preguntas en orden de poderlas responder para la empresa: ¿Por qué harás un gran trabajo en ese lugar? ¿Por qué tendrás cabida en esa empresa?. La carta de motivos es una oportunidad única para conmover y convencer, no aburras al reclutador en cuestión y anímate a hacer una carta perfecta.

Olvídate de tener un machote para las cartas de motivos, porque es muy notorio cuando una sigue un mismo anodino modelo. En lugar de eso, demuestra por qué estás interesado en esa compañía en específico, hazlos sentir especiales y que tus intenciones están sustentadas en la cercanía que tienes con la empresa como consumidor o asiduo seguidor primero. Por supuesto, no caigas en el error de exagerar.

Investiga todo lo que puedas sobre el puesto a desarrollar, para que llegado el momento de enumerar tus virtudes, las enfoques correctamente a eso y respondas a la primera pregunta, de por qué harás un gran trabajo en ese lugar.

Por otro lado, Forbes recomienda que la carta esté dirigida a una persona en particular y que evites a toda costa el “a quién corresponda”, porque una carta para una persona específica -y dirigida así- tiene más impacto, es más personal, más educada y más efectiva.

Y no te limites solo a enumerar virtudes, trata de darle un hilo narrativo, una historia atractiva. Deja que la honestidad gane, sin sonar jamás informal, y salte de los moldes.